Opinión

CRÓNICA DEL PRESENTE

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Euclides Gutiérrez Félix

Fidel: hasta siempre (II)
Fidel Castro desde su juventud, después de haberse incorporado a la expedición que se organizaba en “Cayo Confites”, como hemos señalado en ocasión anterior, mientras estudiaba derecho en la Universidad de La Habana, se fue convirtiendo en un político militante, pasando a ser un dirigente importante de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU), denunciando con responsabilidad y valentía la corrupción del gobierno de su país que había pasado a manos de Carlos Prío Socarrás. Fidel se destacó inmediatamente con los matices de su personalidad como un dirigente político universitario y fue escogido para representar a Cuba en un congreso que se realizaría en Buenos Aires, capital de Argentina, cuando presidía al gobierno de ese país el general Juan Domingo Perón.

Fidel viajó haciendo escala en Bogotá, Colombia, acompañado de un joven dominicano con el cual mantenía íntima amistad, que era estudiante de economía y periodismo también en la universidad. El nombre de ese estudiante era Manuel Lorenzo Carrasco, con activa militancia anti trujillista.

La escala de Fidel en Bogotá sería de un par de días, pero allí acompañado de Manuel Lorenzo le sorprendió el 9 de abril de 1948, el asesinato del líder liberal y candidato presidencial Jorge Eliécer Gaitán, que desencadenó una sangrienta revuelta popular seguida de actos y protestas no solamente en la capital, sino también en otras ciudades de Colombia.

Fidel y Lorenzo se sumaron a esas protestas y continuaron luego su viaje a Buenos Aires; cuando Fidel regresó a La Habana, ya era una figura conocida y popular en su país, y al terminar sus estudios universitarios y graduarse como doctor en Derecho, comenzó a ejercer la profesión que no sería por mucho tiempo.

El 10 de marzo de 1952, faltando pocos meses para las elecciones presidenciales en Cuba, Fulgencio Batista encabezó un golpe de Estado militar que derrocó el gobierno constitucional de Carlos Prío Socarrás, que había estado en un indetenible y profundo proceso de descomposición con la corrupción, represión política y desorganización, bajo una influencia dañina del gobierno de Estados Unidos.

La oposición contra la dictadura de Fulgencio Batista fue consistente y permanente, y en esa oposición jugaron un papel importante los sectores estudiantiles y profesionales. El liderato de Fidel Castro se acentuó por la firmeza y valentía de sus pronunciamientos, que le permitió aglutinar a su alrededor un sector importante, muy importante, de la pequeña burguesía urbana, que, bajo su mando personal y directo, coordinó una acción para asaltar en Santiago de Cuba, patria chica de Fidel, el cuartel del Ejército de la dictadura de Batista, conocido con el nombre del Cuartel Moncada.

El levantamiento y el asalto al Cuartel Moncada se completó con el ataque al Cuartel Carlos Manuel de Céspedes, de Bayamo. Ambos asaltos fueron rápidamente derrotados, muriendo en esa acción el segundo al mando e ideólogo del movimiento Abel Santamaría, integrado en gran parte por miembros y militantes, mujeres y hombres, del entonces Partido Ortodoxo.

Cuando Fidel Castro Ruz y varios de sus compañeros fueron encausados, Fidel como líder del Movimiento se convirtió en un personaje nacional de extraordinaria importancia, porque en los juicios que se llevaron a cabo, los convirtió en un escenario espectacular de su personalidad, como expositor valiente y coherente que al preguntarle quién era el responsable de esa acción, Castro respondió: “José Martí”. Continuaremos…

El Nacional

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