¡Juan Pablo Duarte!

El jueves pasado se cumplió un nuevo aniversario del nacimiento de Juan Pablo Duarte, quien es la figura de más alta jerarquía como prócer de nuestro pueblo. Juan Pablo nació el 26 de enero de 1813, en el transcurso del período conocido con el nombre de la “España Boba”, o sea cuatro años después de la derrota de las tropas imperiales francesas bajo la jefatura del general Ferrand, en la Batalla de Palo Hincado, en la que las tropas de criollos, blancos, mulatos y negros libres, españoles, en la cual estaban integrados también negros esclavos, bajo las órdenes de Juan Sánchez Ramírez, pusieron fín a la dominación francesa en nuestro país.

Cuando Duarte nació, los habitantes de la parte oriental de la isla de Santo Domingo eran conocidos ya con el gentilicio de españoles-dominicanos o a la inversa de dominicanos-españoles; éste personaje admirable, de gran sensiblidad política, honesto, valiente y coherente, debemos tenerlo presente siempre con la intención de imitarlo en su conducta.

Juan Pablo no es el padre de la patria, ese calificativo en términos históricos no es más que un disparate y mucho menos fué el padre del patriotismo, u otros calificativos alejados totalmente de la verdad, que se repiten como expresión al parecer incorregible de ignorancia absoluta. Juan Pablo fue el fundador del primer partido político dominicano al que le puso por nombre Sociedad Secreta Trinitaria, que tenía como objetivo, bajo la fe del juramento, organizar y proclamar la separación de esta parte de la isla de Santo Domingo, del estado haitiano y fundar un Estado independiente con el nombre de República Dominicana. Ese proyecto que fue consumado el 27 de febrero de 1844, cuando sus compañeros patriotas republicanos y revolucionarios, Francisco del Rosario Sánchez y Ramón Matías Mella y los que le acompañaron, enhestaron en la Puerta del Conde nuestra bandera nacional invocando, Francisco del Rosario Sánchez, el lema inmortal de “Dios, Patria y Libertad”.

La soberanía, la independencia y unidad de la nación dominicana, convertida en república a partir de aquel momento y luego de ser anexada por el traidor Pedro Santana a la monarquía española el 18 de marzo de 1861, fue restaurada de nuevo como república por el sacrificio, la valentía y el esfuerzo de sus mejores hijos, en una guerra radical y violenta que ratificó la hermosa tradición de valentía de nuestro pueblo que ha motivado el respeto y la admiración hacia los dominicanos, no solamente de hispanoamérica sino también de otros pueblos del mundo. Somos los dominicanos, desde la génesis de nuestro nacimiento, el único pueblo de América que ha combatido de manera frontal y victoriosa contra tropas españolas, inglesas, francesas, haitianas, españolas de nuevo y estadounidenses en nuestro territorio, para mantener nuestra soberanía, independencia y dignidad.

¡Gloria eterna a Juan Pablo Duarte! en éste nuevo aniversario de su nacimiento y en recuerdo a sus compañeros fundadores de la república junto a él y a los que siguieron después, en el proceso iniciado para la Restauración de la República el 16 de agosto de 1863. Gloria eterna a este pueblo de mujeres y hombres enérgicos, firmes, temerario y valiente que se manifestó también en un acto que conmovió al mundo a partir del 28 de abril de 1965 contra la injusta, abusadora y grosera intervención de las tropas de Estados Unidos de América, enfrentadas con esa dignidad, valentía y firmeza tradicional que glorifica la República, fundada por Juan Pablo Duarte.