Opinión

CRÓNICA DEL PRESENTE

CRÓNICA DEL PRESENTE

¡División Berlang! (I)
En el año de 1942 inició sus trabajos de asentamiento en nuestro país la United Fruit Company que era para ese momento, la compañía agrícola más poderosa del mundo. La relaciones de esa empresa estadounidense con el gobierno dominicano, que ejercía su autoridad bajo la jefatura de Rafael Trujillo Molina, fueron estimuladas por Manuel de Moya Alonso, uno de los amigos favoritos del dictador que ejercía las funciones de embajador ante el gobierno de Estados Unidos de América.

Fue a finales de ese año de 1942, que comenzó el proceso de adquisición, por compra, de inmensas extensiones de tierras en la provincia de Montecristi, tareas que realizó un ingeniero colombiano de nombre Walterio Jaramillo y que estaban autorizadas esas compras por el contrato que había suscrito la empresa bananera estadounidense con el gobierno de la nación.

El proyecto original que puso en ejecución la United Fruit Company, comprendía también la construcción de un puerto de calado profundo en la Bahía de Manzanillo, que es por naturaleza propia el atracadero de naves de gran calado que mayor seguridad tiene en el escenario de la región del Caribe y Centroamérica. Walterio Jaramillo adquirió tierras en la margen oriental del río Yaque del Norte que desemboca en el paraje de Quebro, en las playas del Atlántico de la provincia.

La División Berlanga fue el nombre que se escogió para identificar a la compañía llamada Grenada Company. El nombre de Berlanga era un reconocimiento y homenaje a Fray Tomás Berlanga, sacerdote jesuita español que introdujo en América la siembra de plátanos y guineos, traídos desde África y las Islas Canarias en los primeros años del siglo XVII.

La Grenada Company inició de manera inmediata la construcción de un pequeño poblado en las costas de la Bahía de Manzanillo de hermosas edificaciones, pequeñas en la parte baja del escenario y un hermoso barrio residencial en el cerro continuo a esa población. Al mismo tiempo, comenzó las labores de siembra de las inmensas plantaciones de guineos, conocidos ese tipo de guineos con el nombre de Johnson.

De manera inmediata, esa siembra dio sus inicios en la sección de Palo Verde, a orillas del río Yaque del Norte, con una finca que recibió ese nombre, inmediatamente después en la parte arriba del Yaque del Norte, dio comienzo la siembra de gigantescas plantaciones que recibieron el nombre de La Cruz, Isabel, Madre, Maguaca y más tarde Julián y Jaramillo.

La instalaciones para el riego de esas plantaciones a excepción de Palo Verde y La Cruz, se harían, no por el riego de canales, sino por una novedosa instalación de riego aéreo alimentados por gigantescas bombas de potencial fuerza motora, que comprendían las instalaciones de Isabel, Madre, Maguaca y Julián.

Para el año de 1946 ya esas plantaciones habían entrado en proceso de producción y la vía férrea que trasportaría los racimos de guineos cortados en ella al puerto de Bahía de Manzanillo estaba prácticamente terminada; cubría desde La Cruz hasta Maguaca y Julián y Jaramillo, aunque esta última no comenzó a producir los frutos de embarque hasta el año de 1950.

A excepción de los directivos ejecutivos de la compañía tanto en el orden burocrático como agrícola del más alto nivel, el personal de dirección de la singular empresa bananera estaba integrado por dominicanos. Continuaremos…

El Nacional

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