Por si acaso sólo te llevan flores, compañero de mesa y de dogout, de más está decirte que, a tu nombre, he sellado una octaveta infalible con los Lakers y Boston a juego y menos, y un chicharrón del Londres por la noche, y un pote camuflado y todo el café posible. Te mando, también, un archivo adjunto con todas las risas y abrazos pendientes. Agrego copia al resto del equipo, y este breve y dolido cronopiando que no hubiera querido escribir nunca.
