“Cuba victoriosa”
A Fidel Castro que siempre ha vivido de cara al sol.
Cuando estas líneas lleguen a la vista y el intelecto de los lectores que me son fieles, más otros que por casualidad las lean, estaré subiendo, por trigésima segunda ocasión, los caminos que llevan al pico Duarte, pero será la primera en que me aventure a las lomas que delimitaran y adoraran Juan Bautista Pérez y Miguel Francisco Canela Lázaro en que tendrán relaciones diplomáticas Cuba y Estados Unidos. En cuatro de esas excursiones a la más alta elevación del Caribe nos han acompañado delegaciones de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) y en dos oportunidades ellos han sido los anfitriones para que un grupo de dominicanos escalemos “El Turquino”, en plena Sierra Maestra.
Siempre confíe y apoyé la Revolución Cubana, y ahora que se establecen relaciones diplomáticas nos sentimos contentos por los beneficios que eso ha de traerle al pueblo cubano (serán mayores cunado se levante el odioso bloqueo), pero que no le quede la menor duda a nadie que eso ha de significar un retroceso para ese hermoso proceso iniciado por Fidel y un grupo de jóvenes cuando se dio el Asalto al Cuartel Moncada en 1953, y que se corono seis años después con el triunfo guerrillero que arranco con el desembarco del “Gramma”. No es una dádiva de USA, es un triunfo de la dignidad y el decoro de un pueblo que nunca se rindió, que gano todas las batallas a que le obligo ese vecino cegado por el poder y que ha sido un ejemplo para el mundo.
A pesar de los pesares Cuba presenta los índices más bajos de mortalidad infantil del continente, y uno de los más bajos de mortalidad materna, así como una de los más bajos índices de deserción escolar del mundo, pero por sobre todas las cosas una nación que en todos los órdenes respeta la dignidad humana.
