En este inicio de año se nos han agolpado los temas. Vamos a intentar servirlos como clasificados. Cuando escribo este trabajo, sigue vivo el presidente venezolano Hugo Chávez. Sin embargo, personas cargadas de rencor, en las redes sociales, lo han matado de todas las formas y maneras. Lo tienen entubado, en coma inducido y lo han vuelto a matar, enterrar, desenterrar y regresado a todas las formas imaginables de coma y sufrimientos, dolores, desvaríos y penas que dan las enfermedades terminales. Lo mismo hicieron con Fidel hace siete años. Esperemos que como entonces, ahora tampoco se le den sus malsanos deseos y Chávez regrese a gobernar para beneficio de los venezolanos de buen y mal corazón, y de ñapa, para millones de latinoamericanos.
Sin dejar a Chávez, servimos el otro clasificado: anunciar la puesta en circulación en la capital de nuestro libro parcializado sobre Juan Bosch, este 25 de enero a las 7 de la noche, en el Salón Pasados Presidentes del Colegio Médico; a manera de introducción, ponemos la carta dirigida a doña Carmen Quidiello por el presidente venezolano a raíz de la muerte de don Juan.
Ratificar aquí, en Sanché, en Guayajayuco, Tirolí, Juana Méndez, en el cielo y hasta en el mismísimo infierno, nuestro respaldo a las gestiones humanistas del padre Regino Martínez, que en el fondo solo intenta que los nacionales haitianos que se han vuelto imprescindibles en algunas áreas productivas del país no sean tratados como animales y convertidos en mercancías de las que se benefician militares, cónsules, terratenientes, comerciantes, políticos de profesión y toda una claque de vividores amparados, muchos de ellos, en una doble moral.
Último clasificado: expulsaron a Hipólito Mejía y compartes del negocio por acciones que lleva como siglas PRD, por no tener el pandero en la mano, que sí lo tienen los que poseen las otras acciones y que lucen conocer mejor el negocio de la política en República Dominicana, librito que en parte comprende quien espera aplicarlo bien Cuando sea presidente.
