Opinión

CUANDO SEA PRESIDENTE

CUANDO SEA PRESIDENTE

A seis meses y medio de gobierno, independientemente de aquellas designaciones, aún queda esperanza en el pueblo decente, en el amplio sector social que integramos los pendejos, de que esta pueda ser una gestión de Estado que por lo menos rescate la confianza de la sociedad en los políticos.

Hay señales positivas: las medidas de austeridad (hubiera sido buen augurio reeditar el decreto de Bosch en 1963 y del cual se cumplen 50 años este 4 de marzo), la reducción de los viceministros, el amaraco aquel de la silla presidencial, el seguimiento al plan de alfabetización, la efectiva respuesta al paso de la tormenta Isaac y otras acciones, pero particularmente a nosotros, nos da buena pista la decisión asumida con respecto a los ladrones que aupados por gente de la misma parcela política del presidente se habían apropiado de parte de las tierras cercanas a Bahía de las Águilas, y de compradas ilegalmente a precio de vaca muerta querían que con fondos públicos se les pagara como si fuesen propietarios legítimos.

Danilo estaba consciente de lo que debía hacerse para defender el patrimonio público, pero también sabía que posee los enemigos dentro de casa y hábilmente esbozó la decisión errada de la compra, concediéndoles el derecho de propiedad del 45% de esas parcelas, para después someterla a consulta popular a sabiendas de que el clamor nacional exigiría dar marcha atrás y así quitarles respaldo a los corruptos de siempre, pero especialmente a sus padrinos, quienes eran a los que Danilo no podía decirle directamente que no, con todo y ser el presidente.

En estas treces, estaré contento con lo que será la primera rendición de cuentas del gobierno, a pesar de entregar, días antes del 27 de febrero a “Cuando sea presidente”.

P.D.: Estaré este 8 de marzo a partir de las 7 de la noche en La Cooperativa La Vega Real presentando mi libro “Ni santo ni mesías: solo Juan Bosch”.

El Nacional

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