Dado que la rendición de cuentas del presidente Medina fue un día antes de la aparición de esta columna, solo atinamos a adelantar que estaré contento con lo que será la primera rendición de cuentas del gobierno. Y así fue. El discurso satisfizo las expectativas de todos. Lo más destacado ha sido la postura ante el oneroso contrato con la Barrick Gold, el que nunca debe olvidarse se aprobó en el mayoritario congreso del PLD y refrendado por su predecesor. Fue valiente la exclamación de ¡Inaceptable!, pero estemos conscientes de que esa parte es solo el inicio de una lucha que esperamos no se diluya en los medios de comunicación y el olvido, desplazada por otras noticias de más actualidad o que al final se imponga el respeto a las reglas de juego del libre comercio teniendo muy en cuenta que nuestro gobierno no tiene las características ni la independencia de Venezuela ni mucho menos de Cuba.
Agradezco su alusión a don Juan: Además, mi honor es doble, porque hoy exactamente, a esta misma hora, en 1963 asumió el poder el Profesor Juan Bosch mi mentor, maestro y líder. Por lo que, hoy, también celebramos el 50 aniversario del primer presidente libremente elegido, después de la dictadura, por el pueblo dominicano. Un hombre que con su ejemplo, conducta y carácter se convirtió en el paradigma moral de la historia contemporánea de nuestro país. A propósito de don Juan, les recuerdo que mañana, Día Internacional de la Mujer, será la presentación de nuestro libro sobre él en la Cooperativa Vega Real, en La Vega a las 7 de la noche.
Es una pena que lo único penoso que encontramos del discurso es que sus logros y propuestas en salud solo fuesen en el campo de la Asistencia Sanitaria, dejando de lado lo que es la promoción y prevención en salud, pero de eso hablaremos en la próxima de Cuando sea presidente que este 9 de marzo cumplirá su primer aniversario luego de sustituir los 26 que ya tenía algo más que salud.
