Ayer se cumplieron 12 años del atentado terrorista a las Torres Gemelas y otros lugares de Estados Unidos, y fruto del rasero de la doble moral made in usa, su primer presidente negro se aboca a lanzar una guerra sin sentido, estúpida, con un argumento baladí a Siria. 40 años atrás, los amos del Norte revuelto y brutal, propiciaron el derrocamiento de Salvador Allende en Chile. Es una pena tener más pendiente estos hechos tristes que la fundación de este periódico ese mismo 11 de septiembre, hace 47 años.
Los dueños del mundo, son desnudados con esta aseveración de Lázaro Berreda Medina Lo insólito es que mientras el Jefe del FBI en Miami empleaba sus recursos para detener y armar un expediente contra cinco personas (cubanos) que trataban de evitar actos de terrorismo que dañaban tanto a su pueblo como a ciudadanos norteamericanos, en esos mismos instantes andaban libres, sostenían sus contactos y se entrenaban en el sur de la Florida, 12 de las 19 personas que tres años después se presume llevaron a cabo los actos terroristas contra las Torres Gemelas en Nueva York y el Pentágono en Washington. Da ganas de llorar que nos regodeemos en esta maldad y apenas recuerde que mi sobrina Issvel cumple ya su mayoría de edad.
Es lamentable que, en lugar de referirnos al 50 aniversario del Club Mauricio Báez, tengamos, con el alma en vilo, sufrir las amenazas guerreristas contra Siria, y todo porque quieren apoderarse de sus reservas de gas y petróleo y no toleran que los sirios tengan una vida alejada de las mezquindades del capitalismo absurdo e inhumano. No les importa que el papa Francisco dijera, el pasado sábado: La guerra siempre marca el fracaso de la paz y ello es siempre una derrota para la humanidad. El perdón, el diálogo y la reconciliación son las palabras de la paz, en la amada nación Siria, en Oriente Medio y en todo el mundo. Por eso volveré a entrar a Estados Unidos, este 30 de septiembre, con una camiseta negra que dirá: No a la maldita guerra, y lo reiteraré cuando sea presidente.
