Opinión

Cuestionado amor a la vida

Cuestionado amor a la vida

La Iglesia Católica desde sus inicios incitó a mantener aisladas las opiniones de las mujeres. Estas no podían poseer dentro de la misma Iglesia y aún ahora un cargo de autoridad, manteniendo un perfil bajo subyugadas al mandato de los hombres, siendo en el pasado, cruelmente castigadas por su desobediencia.

En reiteradas ocasiones en los últimos años la Iglesia Católica ha hecho público su rechazo a la posibilidad de que las mujeres sean ordenadas sacerdotes utilizando, generalmente, argumentos extraídos de la historia antigua del cristianismo para justificar esta postura.

Esto nos da una idea del papel que, para los cristianos, desempeña la mujer en la sociedad y lo peor de todo es que conociendo esto ellas se dejan usar para exhibir carteles con eslóganes que en el fondo de su alma no comparten. La historia está llena de pruebas.

Pero olvidemos las mujeres por un momento y hablemos del amor a la vida que profesan los católicos para oponerse al derecho que tienen las mujeres de abortar o no, más cuando la interrupción de un embarazo es la única garantía para mantenerse con vida.

Pero reflexionando sobre el interés por la vida que muestran los católicos contemporáneos hace entender que no conocen su propia historia. Basta recordar cuando La Inquisición española ordenó el exterminio de 3 millones de seres humanos en Holanda, la mayoría fue ahogada tras acusarlos de protestantes.

Pero años más tarde, precisamente la noche del 24 de agosto de 1572, enardecidos católicos arengados por el Papa Pío V irrumpieron en París barracones ocupados por protestantes y arrancándolos de sus camas los degollaron y agarrotaron.

El asesinato en masa dejó esa noche a unos 3.000 muertos, en las semanas siguientes la orgía de muerte que llevaban a cabo los católicos continuó en las provincias, acabando con la vida de al menos unos 20.000 más.

La historia también nos cuenta que durante las Cruzadas, los católicos saquearon la ciudad alemana de Magdeburg, y que en una iglesia 50 mujeres fueron encontradas decapitadas; al respecto cuenta el poeta Friedrich Schiller, “y los infantes se encontraban todavía en los pechos de sus madres muertas”.

El Nacional

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