Opinión

Cuidado con nacionalizar la mina

Cuidado con nacionalizar la mina

La dejadez con la que muchos dominicanos hoy hablan de nacionalizar la mina de Pueblo Viejo es sencillamente espantosa. Indistintamente de lo que usted piense de la Barrick Gold o el contrato, lo cierto es que se está hablando de nacionalizar el proyecto de inversión extranjera más grande en la historia de República Dominicana minimizando groseramente sus consecuencias. Espero que en nuestro liderazgo político prevalezcan cabezas más frías al momento de tomar las decisiones, que se sepan distinguir los hechos de la propaganda tremendista, y nos evitemos una situación que acarrearía graves problemas a nuestro país todo por el único propósito de querer privar en “machitos” en un escenario donde eso no se corresponde.

Muchos peritos dominicanos hablan de “auditar los gastos en la mina” porque según los “estimados” de ellos, tanto el costo de producción por onza de oro como el de toda la inversión, es menor al indicado por la compañía. Lo cierto es que esos datos ya están auditados por firmas auditoras internacionales independientes, y son continuamente auditados de formar anual por estas, haciéndose esos estados públicos y disponibles para todos tanto en la página de Barrick Gold como en la misma Securities Exchange Comission. En caso de una demanda por incumplimiento de contrato ante árbitros internacionales (como correspondería en caso de una nacionalización) es probable que esos estados auditados prevalezcan por encima de los “estimados” de nuestros peritos.

Los estados auditados (recalco, por firmas independientes) de la Barrick Gold confirman el monto aproximado a los USD$4 mil millones de dólares de inversión en la mina de Pueblo Viejo, lo que dista sensiblemente de los USD$500 millones que “estiman” al ojo porciento nuestros peritos. 

La economía dominicana no genera muchos dólares en comparación con los que necesita, lo que explica que el peso siempre se está devaluando. Aún la irrisoria cifra de nuestros peritos de USD$500 millones sería una carga sensible sobre un país que necesita endeudarse en un poco más de USD$2,000 millones cada año solo para cubrir sus gastos en dólares para electricidad y pétroleo, y así evitar un descontrol en la tasa de cambio. Resulta más que evidente, que solo por el lado de los dólares, la cifra de USD$4,000 millones tendría un impacto nefasto sobre nuestra economía.       

República Dominicana no tiene dinero para pagar una nacionalización de Pueblo Viejo, por lo que es probable que para cubrirla esta deberá endeudarse más. La sola mención de renegociar el contrato por parte del Presidente Medina el 27 de febrero hizo subir el interés que los inversionistas piden por prestarle a nuestro país en 100 puntos básicos, una nacionalización es probable que incida más, si se suma a que un laudo arbitral que reconozca el reembolso de la inversión de Barrick Gold de golpe incrementaría la deuda externa en más de 15%,  y toda la deuda para pagar la nacionalización más la subsiguiente serían particularmente costosas.

Y como inevitablemente todas las deudas hay que pagarlas, de algún lado habrá que buscar los más de $163 mil millones que representaría esa deuda adicional, que seguramente será de más impuestos. Si tenemos suerte, la mina nacionalizada no volverá a ser deficitaria como ya lo fue cuando en su tiempo perteneció al Estado Dominicano, pero visto el record administrativo del nuestro Estado, lo veo improbable, cargándonos apenas otro déficit más a los tantos que ya arrastramos.

Nacionalizar la mina de Pueblo Viejo sería un acto de suicidio económico que no necesitamos. Y eso que aún no trato su impacto a nivel de incentivo a la inversión extranjera cuyas consecuencias serían aún más severas.

El Nacional

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