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Cuidándose como cuidador de un paciente de cáncer

Cuidándose como cuidador de un paciente de cáncer

Una de las situaciones que a menudo sienten los cuidadores de un paciente de cáncer es que no tienen suficiente tiempo para ellos mismos. Pueden también sentirse agobiados por los requerimientos que vienen de varias direcciones diferentes, amigos, familiares, el propio paciente. Pero si necesita pasar un tiempo a solas para recargar fuerzas, tómese el tiempo para hacerlo. Intente pasar el tiempo haciendo algo que le guste, como leer, escuchar música, trotar, meditar, mirar televisión, jugar un videojuego o simplemente tomar una siesta.

Piense que su relajación son tiempos de espera planificados. Haga un acuerdo con usted mismo para reservar una o dos horas por semana o tal vez solo 20 minutos por día para relajarse. Recuerde, al cuidarse a sí mismo, puede cuidar a su ser querido de una manera más activa.

Reconozca sus sentimientos
Es perfectamente normal que los cuidadores experimenten sentimientos de pérdida o tristeza sobre cómo el cáncer ha cambiado la vida y las ocasiones especiales. También puede experimentar una amplia gama de otras emociones como la decepción o la preocupación por el futuro. Esto es normal. A veces, los cuidadores sienten que tienen que poner cara de felicidad para no alarmar a la familia, a los amigos o a sus seres queridos con cáncer. Trate de no retener todos tus sentimientos. En cambio, hable acerca de algunos de sus pensamientos y sentimientos con alguien de su confianza, como un ser querido, un alguien de su iglesia o un consejero profesional.

Comuníquese con sus seres queridos sobre sus sentimientos y preocupaciones en torno a la próxima ocasión especial en especial en esta época de navidad. A menudo es útil hablar con otros. Por ejemplo, si va a asistir a una reunión social pero siente que puede volverse emocional, puede considerar hablar con el anfitrión con anticipación. Dígale que apreciaría su comprensión si necesita un poco de tiempo o privacidad para calmarse, imaginarse no solo como un cuidador, sino como un receptor de cuidados.
Reconozca que está haciendo lo mejor
que puede
Tomarse el tiempo para reconocer todos sus esfuerzos por cuidar a su ser querido con cáncer y todo lo que está haciendo para que una ocasión especial sea memorable y agradable para todos los involucrados. Celebre las fortalezas que usted y sus seres queridos han desarrollado.

El cáncer puede ser emocional, financiero y físicamente agotador tanto para la persona que vive con cáncer como para quienes lo cuidan. Pero frente a los desafíos cotidianos de vivir con cáncer, muchas familias descubren fortalezas y coraje que no sabían que tenían. Por ejemplo, puede recordar cuán valiente fue su ser querido durante una cirugía complicada o mientras recibía quimioterapia. O bien, es posible que se haya sorprendido cuando su ser querido aceptó dejar que un vecino lo llevara a un tratamiento, a pesar de que siempre había sido tímido a la hora de pedir ayuda.

Reflexione sobre las fortalezas que ha desarrollado como cuidador, es importante mantenerse flexible. No espere hacer todo y tómese el tiempo para recargar sus propias baterías. Y si necesita ayuda, comuníquese.

En Cápsulas

¿Qué es un cuidador?

Es la persona que más a menudo ayuda a la persona con cáncer desinteresadamente. Los cuidadores pueden ser la pareja, familiares o amigos cercanos. Muy a menudo, no están capacitados para el trabajo del cuidador pero en la marcha aprenden a serlo y muchas veces, son el salvavidas de la persona con cáncer.

¿Qué hace un cuidador?

El cuidador se vuelve la mano derecha de la persona con cáncer, no solo es el acompañante a las citas médicas y asistiendo con el paciente a tratamientos de quimioterapia, pues dentro de sus funciones también están ayudar con necesidades personales, ayuda a la limpieza de la casa, a la preparación de comida, con la movilidad, proporcionar transporte y hace diligencias y lo más importante ofrece compañía al paciente de cáncer.

El Nacional

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