Opinión

Cultura de violencia

Cultura  de violencia

Susi Pola

Mañana es 25 de noviembre, fecha que recuerda el asesinato de las Hermanas Mirabal, tres dominicanas inmoladas por la crueldad de la tiranía trujillista y al tiempo, emblema internacional de la violencia contra las mujeres.
Durante este mes, mantenemos el tema de la violencia basada en el género contra las mujeres en cualquier etapa de su vida, respondiendo a la estrategia de los días internacionales y ampliando la reflexión de un fenómeno muy doloroso en nuestro país.
La complejidad de las violencias originadas en la condición de género está dada por factores socioculturales, familiares e individuales, que se cruzan con otros componentes existenciales y complican la vida de las personas, sea en el ámbito privado o público.

Somos un pueblo de reacciones sobre todo masculino, violentas, pero también hay violencia en las mujeres. Las personas en nuestro país, son violentas con quien consideran ¨inferior¨, de ahí la propuesta unilateral de violencia contra las mujeres, que también justifica la de las madres a los hijos y a las hijas.

Si como pueblo, incluyendo a nuestros gobernantes, no entendemos esto, se nos hace difícil cambiar y desmontar ese mandato hacia el autoritarismo golpeador que nos empuja a ejercer un estilo de vida violento, incluyendo el desvelo por las armas, la discusión con insultos y agresión, los golpes y maltratos, en fin, la violencia cotidiana.
La semana pasada, supimos con mucha tristeza, que Faceli Terrero Turbí, de 10 años, desaparecida desde el 17 de julio en Las Matas de Farfán, había sido violada y estrangulada después, por Ramón Solís de los Santos (Pachy), de 40 años, posible reincidente de ese tipo de crímenes y vecino de la casa de la menor, confirmación dolorosa de la frecuencia con que los violadores de menores están en el propio entorno de las víctimas.

Otras desapariciones de menores reportadas por la prensa en lo que va de este año, además de Faceli, son las de: Karla Massiel Cabrera, de 9 años, el 25 de junio, de La Guáyiga, Pedro Brand; Wilfredo de la Cruz, de 6, el 27 de septiembre, del sector Los Ponce, Los Guaricanos Villa Mella y Jodalis Luciano, de 11, el 6 de octubre, del sector El Valiente La Caleta, Boca Chica.
Madres y padres debemos considerar a hijos e hijas menores como un tesoro y saber que el buen trato en casa, permite que niños y niñas identifiquen el abuso de otros y tengan más mucho preparación para evitarlo.
Que nuestra cultura autoritaria y cargada de ¨jefismo¨ no sea la que ponga en riesgo a nuestros hijos e hijas!

El Nacional

La Voz de Todos