Opinión

Cultura en sabado

Cultura en sabado

El musical montado por Antonio Melenciano sobre la vida de Johnny Ventura debe ser visto por encima de la valoración del espectáculo como tal, más allá del enjuiciamiento a sus aspectos  técnicos, y recibir en las funciones que le restan todo el respaldo de esa fiel fanaticada que sigue a quien se ha considerado con justicia como una de las personalidades cruciales para transformar el merengue en aliento festivo nacional, al romper el esquema estático de las orquestas de su época y cambiar radicalmente hacia una expresión que incluyó el tema del barrio como expresión social (con todo y el doble sentido ingenuo de aquellos tiempos, nada comparable a las groseras expresiones sin lirismo de algunos expositores modernos y citadinos).

La admiración por un hombre que ha hecho tanto por el merengue no reparará en detalles y fallos del primer montaje, (que, cuya observación ha sido tomada en cuenta por los productores  y que  comenzaron a ser corregidos anoche en su estreno al público,  para avanzar con las dos funciones que le restan, hoy y mañana domingo) perfeccionándolo hasta el punto de hacer coincidir el trabajo de producción con el prestigio del tema elegido (Johnny Ventura).

Hacer las observaciones críticas de lugar y no silenciarlas, es deber de todo periodismo éticamente concebido y  redunda finalmente en el mejoramiento del producto comentado.  No señalar que hubo fallos  que “todo estuvo bien” es  expresión de un periodismo irresponsable  y la expresión de un innecesario temor fundamentado en el respeto a caer mal frente al respeto que todos tenemos respecto de El Caballo Mayor. Nada que ver. Si hubo algo que corregir, no se ofende a nadie si se señala.  Un equipo de producción responsable lo valora y agradece.

Johnny… el Musical es un trabajo de Melenciano  realizado con fuerza, salido desde el fondo de la voluntad de este artista de la escena, montado por encima de muchas limitaciones que nunca llegarán al conocimiento público, con muchas puertas que se cerraron cuando debieron ser abiertas.

Su tema, su carga emocional y el acto de justicia que supone el sólo hecho de haberlo logrado. Nuestro reconocimiento a Antonio Melenciano.

Un reconocimiento especial por el desempeño alcanzado por la sorprendente  Pura Tayson y a la responsable de la coreografía, Yesselenny Marte.

El Nacional

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