Opinión

Cultura en sabado

Cultura en sabado

El Fondo de Población de las Naciones Unidas, el organismo responsable de investigar y mantener actualizadas las estadísticas y variables demográficas del mundo, acaba de dar a conocer su Estado Mundial de la Población, con una serie de datos ofrecidos por Sonia Vásquez, representante del Fondo de la ONU para la Población y comentados por Magaly Caram, de Profamilia, y Frank Cáceres, de la Oficina Nacional de Estadísticas,  deberían movernos a todos a una profunda reflexión, y en los cuales resalta la condición que sigue siendo subordinada, de las mujeres, pese a su empeño, empuje y sacrificio por ser ella misma y lograr su realización por la vía educativa.

Los datos sobre ese estado de la mujer vienen a cuento justo cuando el machismo legislativo pretende transformar la República Dominicana en la única nación del mundo que auspicia un retroceso en su legislación sobre violencia de género.

El informe es claro: tres de cada 10 mujeres reportan haber sufrido violencia de género de algún tipo, en una escala que va desde el maltrato psicológico, el insulto, la agresión verbal en las calles, hasta golpizas, violaciones y otras formas cruentas de violencia.

Ver la realidad de los números y los índices, en tablas y cuadros aparentemente fríos, permiten vernos de “esa otra forma” que no es la que dibujan los discursos, el eufemismo de la publicidad interesada en alienar la gente y las dimensiones, generalmente interesadas y parciales, que cada quien maneja desde perfume de sus guaridas.

La firme  contundencia de estos números no pueden ser tan sólo cuerpo de titulares de periódicos y desplegados espacios de televisión.

El informe, que hemos leído en detalle, nos da cuenta de que somos ya  una comunidad nacional integrada por 9 millones 445,281 personas, con una esperanza de vida que es de 72 años (poco si se compara con naciones que supera en mucho ese nivel de edad para vivir, que hemos experimentado una reducción en el crecimiento de la población de un 3.5% para el 1960, a un 1.2% en la actualidad.

Los datos del informe de UNFPA, que llegan en un momento particularmente enervado socialmente hablando, resaltan la condición de desigualdad que enmarca a la mujer dominicana, segmento poblacional en el cual el ingreso laboral real mensual es 27.6% menor que en los hombres.

Ha aumentado el índice de embarazo en adolescentes  a un 20.6%, en la población femenina en general, pero entre las más pobres, ese nivel es de un 30.5% y para las que no han tenido oportunidad de educarse es de un vergonzante 42.3%.

En cambio, el empuje de la mujer por educarse es claro:  las que terminan el octavo grado son 20% más que ese nivel en los hombres y dos terceras partes de la matrícula de las universidades, es femenina, tendencia que se inició lentamente a partir de los años 70 y se ha ido incrementando firmemente producto del deseo de las mujeres de auto-realización y movilización social por otras vías que no sean exclusivamente las de depender del príncipe azul (que ni es príncipe, ni es azul) que la libere de todas las miserias.

Las muchachas dominicanas entre 20 y 24 años están entrando en un 13.8% en relaciones de pareja, mientras que las que tienen menos de 18, ya conviven en unión libre  en un 39.6%.

El Nacional

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