Opinión

Danilo Medina y el 27

Danilo Medina y el 27

Faltando doce días para la comparecencia del presidente Danilo Medina Sánchez, por ante la Asamblea Nacional para la presentación de sus primeras memorias y rendición de cuentas en apenas seis meses dirigiendo los destinos patrios, y con motivo al 169 aniversario de la proclamación de nuestra independencia, reina expectación. El mandatario, encontró una mala situación.

Desaciertos imperdonables hicieron crecer males como el desempleo, con un gran número de mujeres, hombres y niños olvidados, sueldos miserables de empleados públicos y miembros de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional; descomposición social y moral…

El Presidente Medina hereda también, el “poder concentrado”, que todavía no sustenta. Napoleón Bonaparte decía “el poder absoluto selecciona las ambiciones, la democracia las desencadena todas sin examinarlas,” y Francisco de Salignac refería: “el poder sin límites es un frenesí que arruina su propia autoridad”.

En breves días, y esto lo externamos sin lisonjas, mimos ni floreos, sino apegado a la realidad y su historia, el presidente Medina. con austeridad y un novedoso estilo de saber gobernar, está calando en el sentimiento de  las mayorías, haciendo lo que otros no quisieron hacer, pudiendo, tocando fibras sensoriales sin demagogia.

Entre tantas vertientes positivas, Danilo se inspira, se respeta y respeta a los demás.

Creó el Instituto de Estudios Superiores, pero además, visita a desamparados, barrios, ciudades y pueblos, ha jubilado a ex empleados, y anda confundiéndose con el pueblo. Además, gobierna con extrema austeridad.

Por vez primera, en la República, el presidente ordena un extraordinario plan de construcción, reparaciones y edificaciones de escuelas y liceos, ofreciendo normas para que los ingenieros, arquitectos, y expertos en estas áreas, al concursar, sean nativos de las provincias y municipios, en un hito de justicia social y equidad.

Una de las obras con que habrá de cubrirse con la gloria, es el Plan de Alfabetización Nacional, anhelando un país sin analfabetos. Así, su humildad y sencillez, son reconocidas por todos.

Apoyamos las declaraciones públicas del joven José Luis Ramírez, presidente de la Fundación Azuana por la Paz y Subcomisionado del Consejo Dominicano de Derechos humanos (CODEH), que presidimos, al expresar: “Danilo ha hecho más en menos tiempo, que lo que se esperaba”. Es una verdad irrefutable. 

Danilo Medina es un hombre de fe en Dios, busca el avance de su pueblo, anheloso de un mejor futuro, como el escudo que lleva en su pecho. Es el Presidente de todos los dominicanos.            

El país requiere del diálogo y la concertación para los sectores que reclaman un mejor modo de vida.

El Nacional

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