A menos de dos meses de la culminación de las elecciones generales llamadas a celebrarse el próximo 15 de mayo, el presidente candidato del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), el licenciado Danilo Medina, continúa no sólo encabezando las preferencias electorales sino, además, despegándose, a buen ritmo, de su contendiente más cercano.

Eso es correcto. Por más que insisten sus adversarios políticos, ninguno ha podido articular denuncias contundentes que vayan directamente a afectar la imagen positiva que hoy día tiene Danilo Medina entre los diversos estamentos de la sociedad dominicana.

De ahí que a ratos se observa al candidato del Partido Revolucionario Moderno (PRM) como si estuviera indeciso y él mismo dudase de los argumentos que expone para intentar presentar a Danilo Medina como un presidente incumplidor.

Lo cierto es que nadie en su sano juicio puede negar la fortaleza de nuestra economía, cosa que afortunadamente nos conduce hacia mayores oportunidades en áreas como la salud, educación, medio ambiente; en la generación de empleos y combate a la pobreza, en controles y mecanismos más efectivos y constantes a favor de la seguridad ciudadana.

Las obras realizadas por el presidente en este período constitucional están a la vista de todos, sin necesidad de buscar lentes de aumentos para poder observarla a plenitud. Para nada importa ya los intentos de descréditos, de difamación, y de rechazos a las políticas públicas efectivas y eficaces que ha venido planificando y ejecutando este gobierno desde sus inicios.

Pueden confundir a dos o tres; pero jamás a la mayoría. Una cosa es lo que pretende vanamente hacer creer la oposición con la intención de atraer el voto de los silentes o menos pensantes, y otra muy diferente es lo que piensa la gente.
El presidente siempre ha estado con la gente, por eso va por más, para continuar haciendo lo que nunca se ha hecho en el país.