Opinión

Danilo y la reeleccion

Danilo y la reeleccion

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La reelección es una aventura peligrosa. Siempre lo ha sido, incluso en épocas donde las dictaduras han tenido matices de violencia y supresión de las libertades públicas. Pero en esta ocasión Danilo no la tiene todas consigo aunque sus niveles de popularidad sean altos.

Volver a modificar la Constitución no será fácil de justificar y menos de realizar. No será como quitarle un caramelo a un niño.

Algunos ministros que durante los años duros de oposición interna sostuvieron el proyecto presidencial de Danilo, creen que no se “recuperarán” económicamente en estos cuatro años y necesitan más tiempo para “producir los cambios que requiere la sociedad dominicana”. Quieren reelegir sus cargos y sus privilegios como lo hicieron los allegados de Leonel Fernández.

El año próximo será duro y difícil para el gobierno. Embarcarse en un proyecto reeleccionista y no en terminar el mandato más o menos bien, para poder volver, es un error.

El español Felipe González, un hombre que no necesita presentación en nuestro país, escribió un libro (En Busca de Respuestas. El liderazgo en tiempo de crisis) donde habla de sus experiencias de Estado y de su liderazgo, que nuestros dirigentes deberían leer y releer.

Felipe dice: “Cuando salí del gobierno tenía muy claro que no volvería a ocupar cargos de responsabilidad institucional ni dentro ni fuera de las fronteras de España. Un año después, completado el período como secretario general del Partido Socialista, añadí a la anterior decisión la de no ocupar responsabilidades partidarias”.

Y agrega: “Desde los más próximos a los más lejanos, todos se negaban a creer que, con 54 años, esa retirada sería firme y definitiva”. ¡Y lo fue! Sin embargo, el liderazgo y la influencia de Felipe González tanto en España como en el resto del mundo, se mantuvo, incluso se hizo mayor.

En Chile, Ricardo Lagos terminó su mandato (2000-2004) con más de un 70% de popularidad. No escuchó las voces de quienes le sugerían la reelección. En Brasil, el presidente Lula por igual. En los países donde se respeta la Constitución y las leyes se fortalecen las instituciones del Estado y avanzan rápidamente hacia el desarrollo.

PD: Al concluir sus dos primeros años Hipólito Mejía tenía una popularidad igual o mayor que la de Danilo Medina, lo que le permitió ganar las elecciones de medio término con 29 senadores, mayoría de diputados, regidores y síndicos. Terminó su mandato con un 18 %. Intentó la reelección y fracasó. Posteriormente admitió su error de manera onomatopéyica y gestual: “fue una metía de pata, una cagada”.

Ojalá no se repita la historia, esta vez como tragedia, en el caso de Danilo. No sería justo.

El Nacional

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