(II)
Han sido innumerables los correos comentando el artículo anterior sobre los desafíos para el alcalde David Collado durante su gestión. Les sintetizo los comentarios y sugerencias:
1.-Todos podemos coexistir en la Zona Colonial si el Ayuntamiento le exige a los Bares que techen sus patios, o espacios abiertos. En El Drake, Nouel con Duarte, tienen orquestas tocando a unos decibeles tan ensordecedores que todas las alarmas se disparan. Lo mismo pasa con los horarios. Los bares deben terminar esas actividades a las doce a más tardar, sobre todo los domingos cuando al otro día se trabaja.
2.-Lo que importa no es que la policía pinche o no las piscinitas, que con tanto esfuerzo, logran comprar los pobres. Lo que importa es que veinte y dos de las familias más adineradas del país financien la construcción de una piscina comunitaria en cada uno de los barrios populares que circundan la ciudad.
3.-Dada la relación personal de David Collado con los Vicini, de las familias más ricas del país, puede con su ventaja comparativa lograr el auspicio de la primera piscina (precisamente en Villas Agrícolas); y que su club de megamillonarios auspicie cada uno una piscina comunitaria con instalaciones infantiles…
4.-Hoy que se habla tanto de corrupción hay que recordar que después de la caída de Trujillo el Estado heredó sus propiedades, convirtiéndose de facto en un Estado socialista. Y hay que recordar que si el gobierno de Juan Bosch hubiese permanecido en el poder hubiera utilizado esos recursos para el desarrollo del país, como una manera de devolverle al pueblo dominicano lo que se le había robado.
Lo que siguen haciendo los políticos más osados (Odebrechtitos) es emular la rapiña de cierta oligarquía frente a los recursos estatales, los cuales han esquilmado para beneficio propio, en un despojo que asciende a mas de más de la mitad de los bienes nacionales heredados.
5.-Se está gestando una ira popular, a la que las agencias policiales de nuestro Apartheid particular contribuyen a diario, con las brutalidades de algunos de sus coroneles en los barrios populares y que el mundo espiritual ve como caldo de cultivo para una explosión social que convertirá en una velada escolar la Guerra de Abril.
6.-Hay círculos de oración en todas partes, empeñados en detener lo que la evidencia percibe con claridad.
7.-No es solo una labor del gobierno vivir remediando lo que los otros hacen, o no hacen, es una labor de la ciudadanía y todas sus clases sociales, comenzando por las que tienen más que perder, apertrechadas o no en la guachimania.
