Lo que está ocurriendo en el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) parece no tener fin. Aunque la inmensa mayoría de los dominicanos ya tiene por sabido cómo terminará esta crisis.
Por suerte para nuestra sociedad, todos conocemos a los auténticos protagonistas primarios y secundarios de este trágico drama que está provocando que algunos cuestionen, de manera negativa, el sistema de partido en nuestro país.
De hecho, esas personas cuestionadoras llegan tan lejos que hasta han hablado, sin tapujos y con cierta gracia lastimera, acerca de supuestas posibilidades de que exista un partido único, refiriéndose a la organización morada, y que se ponga en peligro la democracia dominicana.
Sin embargo, las personas más aguzadas consideramos todo lo contrario. Nada de partido único y nada de peligrosidad.
Ello así, porque una mirada retrospectiva hacia lo interno del PRD nos dice que las tiraderas de piedras, sillas, disparos y muy feas palabrotas, siempre ha sido un fenómeno típico en esa organización política. Por igual, echarle la culpa a otros de todos sus problemas. Y, como si fuera poco, pretender hacerle creer a la población que la crisis de su partido terminará convirtiéndose una gigantesca crisis nacional. ¡Ofrézcome!
Cuando lo mejor que podría hacer el grupo que lidera don Hipólito Mejía, es dejar de engañar a sus seguidores. No es verdad que el presidente del PLD y expresidente de la República, doctor Leonel Fernández, ni el gobierno respetuoso y democrático que preside el licenciado Danilo Medina están o han estado detrás de todo lo que está aconteciendo en el PRD.
¿Y entonces por qué los meten en la pelea? Fácil, porque el sector del PPH necesita reforzar sus argumentos en contra de Miguel Vargas. Y qué mejor forma de hacerlo expresando, maliciosamente, que el presidente del PRD está recibiendo el apoyo del PLD.
No obstante, la verdad prevalecerá; y muy mal parado quedará el PPH cuando su tesis ruede y se confunda con el polvo. Y más cuando todos sabemos que por ahí viene el 2016. ¡Cógelo ahí!