Opinión

DE SALUD Y OTRAS COSAS

DE SALUD Y OTRAS COSAS

Yo quisiera tener una bola de cristal y ser adivino para entrar en el alma de todos los dominicanos y saber de sus sufrimientos, de sus anhelos y de sus frustraciones.

Acto I

Las elecciones crean ilusiones  y expectativas.

Después del 16 de agosto:

De la mitad de los ganadores, el 90% está inconforme esperando los sombreros prometidos que nunca llegarán.

La otra mitad, los perdedores, está dividida y no logra ver la luz al final del túnel. Negros presagios se ciernen en estas parcelas.

Acto II

Sin consultar a nadie el Gobierno propone una serie de medidas que pudieran generar tal grado de inconformidad y hacer que el disgusto popular se transforme en protestas de consecuencias imprevisibles.

Acto III

Varios estamentos de las políticas sociales básicas se han deteriorado:

Los servicios de salud son ineficientes en los hospitales públicos que siempre están abarrotados.

El agua no llega a la mayoría de los hogares, pero un grupito la paga.

La energía eléctrica cara, la pagamos unos pocos y, no obstante, se ausenta.

Los medicamentos y sus precios están inalcanzables para el 70 % de la población que debe llevarse a la boca por lo menos una tableta diaria, caso de los diabéticos y los hipertensos.

La canasta alimentaria subiendo pero generando incertidumbres: que el salami contiene materias fecales; que el azúcar tiene arena; que varios medicamentos circulan falsificados y entran al país de contrabando; los alimentos que se expenden en la calle y las llamadas aguas embotelladas están contaminadas con diferentes tipos de bacterias, demostrados por laboratorios reconocidos.

El costo de las escuelas privadas y los útiles escolares se incrementaron. Miles de padres sufrieron el golpe.

La migración se ha distorsionado y las remesas se han invertido. Pongo por ejemplo los dominicanos que regresan desde Europa derrotados por el desempleo y los dólares que muchos padres y familiares envían hacia afuera a los nuestros que están pasando trabajo.

Pronto serán veinte mil los que en los últimos 20 años han sido repatriados de otros países por delitos graves y  algunos de ellos pululan en nuestras calles perfeccionando el delito.

En 33 años ejerciendo a diario la psiquiatría no había visto tantos jóvenes carcomidos por las drogas. Estamos hablando del producto final del gran parque del narcotráfico instalado en República Dominicana.

Acto final

El  Gobierno, que coordina el licenciado Danilo Medina Sánchez, da muestras de vejez, de herencias nefastas y de falta de pantalones para iniciar los correctivos que demanda la sociedad.

La República Dominicana como organismo viviente, no se puede decir que está agonizando, sino que  por varios siglos de Administraciones nefastas acumula signos cancerosos, pestilencias y vagabunderías con complicidades conocidas.

Y en medio de este drama, el paciente en cama le pregunta al médico: ¿Y ahora, quién podrá defenderme?

Me siento preocupado y no le voy a prescribir a este enfermo ni ansiolíticos ni antidepresivos, basta ya de tratamientos paliativos. 

Actuemos, pues luego nos lamentaremos todos.

El Nacional

La Voz de Todos