Opinión

DE SALUD Y OTRAS COSAS

DE SALUD Y OTRAS COSAS

Los interrogatorios policiales, las entrevistas para seleccionar a un empleado, la versión que dan nuestros hijos de un hecho y en el plano de la fidelidad entre las parejas se tejen muchas historias, en donde la mentira está presente.

Desde los años 30 en que se introdujo el polígrafo o detector de mentiras se está perfeccionando este método, que consiste en colocar electrodos en diferentes partes del cuerpo para medir pulsaciones, presión arterial, movimientos musculares, sudoración y un conjunto de variables que deben alterarse en el momento en que  el interrogado oculta algo o miente.

El ocultamiento, el secreto por convicción y los trastornos de personalidad al servicio del mentir, son parte de este interesante tema. Los antisociales y el trastorno histriónico se asocian a este hábito.

Suponiendo que usted en este momento esté indagando una mentira o entrevistando a un presunto mentiroso, ¿cuáles señales debemos tomar en cuenta?

1.- tiempo que transcurre entre la pregunta y la respuesta. Se ha dicho que los mentirosos tardan más tiempo en responder.

2.- La frecuencia de las pausas. Muchas veces el que teme “que se le zafe algo,  cancanea”, quiero decir, que se hace notoria la incertidumbre del que nos está ofreciendo un testimonio.

3.- Distancia lingüística, quiere decir que en su narración evita el “yo”, “el”  o  “ella”. Se cree que omitir los pronombres personales constituye una manipulación para hablar en abstracto o una forma de distanciarse del núcleo o  de lo que se trata.

4.-  Lapsus, errores frecuentes en tiempo y espacio en lo narrado y cambios súbitos en el contenido de lo expresado nos pueden hacer sospechar de que algo se oculta.

5.- Ansiedad por evitar los silencios. Acelera el discurso tratando de evitar que el interrogador lo interrumpa.

6.- Subidas repentinas del tono de la voz, casi amenazante, es como una especie de “¿me cree usted ahora?”.

7.- Pérdida de la resonancia, la voz se va haciendo aplanada y hueca. Algunos investigadores someten al cansancio al interrogado, a veces colocando luces directas a los ojos, para producir un agotamiento en donde el que oculta “se da  por vencido”.

8.- El movimiento excesivo de las nalgas sobre la silla, de los pies, la boca muy reseca y  el rehuir la mirada, son señales que pueden ser tomadas en cuenta.

9.- Fingir auto tranquilidad, por ejemplo llevarse las manos a la frente, al pecho, con respiraciones suspirosas y actitud de pedido de clemencia son señales a valorar. Y,

10 .- Gestos incoherentes. Es el caso de alguien que está negando un asesinato y no para de sonreír o de reír en el marco de una entrevista policial.

Se observa cuando el esposo está negando una infidelidad flagrante. Tiempo después su dama comentó, “Le entró una risita nerviosa y no le quedó más que admitir los hechos”.

Tome como apoyo para elaborar esta comunicación la página 88 del libro “50 cosas que hay que saber sobre psicología” del autor Adrian Furnham.

A pesar de que el detector de mentiras está prohibido por ley en los Estados Unidos, un millón al año de entrevistas se hacen con este procedimiento.

Yo quiero que el aparato judicial y policial lean con atención lo que antecede y así podemos descubrir mentiras sin maltratos a seres humanos detenidos por hechos que se les imputan.

 

El Nacional

La Voz de Todos