Opinión

DE SALUD Y OTRAS COSAS

<P>DE SALUD Y OTRAS COSAS</P>

(II de II)

Asistimos a una verdadera verborrea en la radio y la televisión en donde todos saben de todo…. A ellos les digo:

“Quien sabe mucho, escucha. Quien sabe poco, habla. Quien sabe mucho, pregunta; quien sabe poco, sentencia”.

“Cuanto más damos, más recibimos”.

Aunque esta es una afirmación de la tradición cristiana, yo me pregunto si en la actual situación del país  será cierto que el que más da es el que va a ganar.

“El hombre busca respuestas y encuentra preguntas”.

¿Qué éramos antes de nacer? Somos la reencarnación de alguien y…  ¿Qué es lo que nos depara la inmensidad en el tiempo a la hora de que ocurra nuestra muerte biológica?

 Se los dejo de tarea.

“La risa es una cosa demasiado seria”.

Un humorista amigo me dijo: “A veces río para no llorar”.

“A veces lo más pequeño es lo más grande”.

“Abuelito, yo sí te quiero hasta el cielo”, fue la frase que hizo llorar a un rudo paciente mío, ganador de mil batallas, ante la ternura de su nieto.

“El silencio es el grito más fuerte”. (Schopenhauer).

Conozco de seres humanos que han guardado silencio por más de un año. Otros han dejado páginas en blanco; algunos han gritado muy fuerte, pero el inmenso Pascal dijo (del que se cuestiona que la frase que escribiré a continuación no es de su autoría, pero ahí va):  “Somos amos de lo que callamos y esclavos de lo que decimos”.

“No hay nada peor que un experto para evitar el progreso en un determinado campo”.

Las competencias profesionales hay que demostrarlas con hechos y  medirlas por resultados. Los mediocres se han adueñado del país y los verdaderos expertos, o han emigrado o están desgastándose en algunas instituciones académicas.

“No es muy rico el que más tiene, sino el que menos necesita”.

La vida austera es lo menos parecido al desperdicio y a la ostentación.

Al niño que se le enseña a no desperdiciar los alimentos comienza a aprender de economía.

“Quien te quiere te hará sufrir”. Esta expresión tiene varias lecturas:

El paciente psiquiátrico crónico suele emprenderla contra sus seres más queridos.

El padre exigente y recto te hace llorar y al final admites que tenía toda la razón.

“Sufrimos demasiado por lo poco que nos falta y gozamos poco de lo mucho que tenemos”. (Shakespeare).

Juancito tenía una bicicleta a los 14; a los 19 un motor; a los 24 un carro. Se metió en política y algunos negocitos y después de probar todos los modelos de carros, compró una villa en La Romana, una lancha de 52 pies que puso en La Marina de Casa de Campo.

Pero no conforme, como animal insaciable, hace poco adquirió un helicóptero y un jet privado de doce asientos.

Ayer me enteré que se mató en un arriesgado vuelo.

Nota final:

Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.

Espero que estas 20 paradojas os hagan pensar en la fragilidad de los seres humanos y sus caprichos.

El Nacional

La Voz de Todos