Opinión

DE SALUD Y OTRAS COSAS

DE SALUD Y OTRAS COSAS

Cuando un amigo se va y uno no puede cumplir con despedirlo, queda una sensación de culpabilidad que nos persigue y que quizás se atenúe dedicándole unas palabras solidarias ante su partida reciente.

Debo confesar que conocí primero a su esposa, doña Victoria Marina Sánchez hoy Vda. Peralta, de quien recibí lecciones de la asignatura Anatomía Patológica a finales de los 60 en la UASD cuando a la sazón me formaba como médico.

Hay que saber la brillantez, dedicación y seriedad con que la Profesora Peralta, como le llamábamos sus predilectos,  impartía la docencia.

Al correr el tiempo entablé amistad con uno de sus hijos, Alberto Andrés, que venía con una sólida formación como psicólogo de Lovaina, Bélgica, y él, Jaime Rijo y Huberto Bogaert eran verdaderos líderes de opinión en la psicología.

Cuando me interesé en la Bioética, y enterado de que el doctor Peralta tenía esa predilección, me  uní a él y a otro grande, el padre Alonso ex rector de la Universidad Católica de Santo Domingo, y participamos en varias directivas de la Comisión Nacional de Bioética de la que me tocó dirigir el Boletín Informativo.

Andrés Peralta Cornielle no procreó hembras y sus otros dos hijos  son Víctor Emilio, pediatra  y Jorge Manuel,  cirujano.

Ya en 1949, estudiante preuniversitario, recibió la medalla de oro al merito, quiero decir que desde su adolescencia fue un prometedor hombre de ciencia.

Graduó como médico en la Universidad de Santo Domingo, en el año 1955.

Estudio Radiología en Nueva York y Puerto Rico.

Entre los años 1966-1970 fue profesor de la Escuela de Medicina de la UASD.

Al  Instituto Oncológico del Cibao dedicó lo  mejor de sus años y sus desvelos.

Por muchos años trabajó en la Clínica Corominas, uno de los más prestigiosos centros médicos de la ciudad de Santiago de los caballeros.

Don Andrés dirigió  la Asociación de Médicos Católicos con entusiasmo y  mucha dedicación.

Constaté  la cantidad de reconocimientos nacionales e internacionales que atesora su biografía: de alumnos; de los rotarios;  de las universidades; de la Asociación Médica, local y nacional.

Andrés Peralta Cornielle figura en la Galería de Maestros de la Medicina del Colegio Médico Dominicano (CMD).

Desde que  nos conocimos y viajamos juntos a eventos internacionales en varias oportunidades, me sentí atraído por  su recia personalidad.

Puntual, en exceso; dicción al hablar casi perfecta; precisión en lo que escribía  y organizaba.

Siempre le vi en buen peso, casi atlético y le relajaba diciéndole

“profesor Peralta, usted se le esconde a los años, pues parece que  le pasan por arribita”.

Los quebrantos finales que le llevaron a la  muerte los acogió con decoro y dignidad.

El país ha perdido un eminente medico, a un acucioso investigador, a un gran padre y mejor esposo, a un ser irrepetible.

Consuelo a su familia y paz a sus restos.

El Nacional

La Voz de Todos