Opinión

DE SALUD Y OTRAS COSAS

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Cuídese de los vampiros emocionales

Una apreciable cantidad de mujeres jóvenes acude en procura de ayuda donde psicólogos y psiquiatras a fin de terminar una relación sentimental que le resulta tóxica.

El doctor Albert Bernstein en su libro “Vampiros Emocionales” propone una serie de características de estos sujetos que quiero compartir con mis lectores.

Estamos frente a un joven inteligente, generalmente atractivo, con mucha capacidad de convencimiento.

Nuestro personaje no se responsabiliza en profundidad de nada; es dado a atribuirles a otros la culpa de lo que sale.

En su sutil manipulación pretende que sea “él o la otra que cambie” a fin de “ayudarle ” a resolver los conflictos.

Una dama que estaba metida hasta el tuétano en una relación de este tipo de sujetos “se engañaba” con los siguientes juicios:

“Es que con él me siento acompañada”; “Yo tengo mala suerte, siempre me tocan hombres problemáticos a los que yo intento ayudar y terminan dejándome”; “A veces me protege en lo económico”; “Es su forma de demostrar cariño… no lo comprenden”

Salirse de abajo de esta patana no es fácil para damas inseguras, con tendencia a crear co-dependencia de estos matatanes, a lo que se agrega que ellos terminan convirtiéndose en un complemento a la inseguridad de esa damita.

Otras características que se atribuyen a estos seres humanos son las siguientes:

 desconfiados, organizan su agenda y sus emociones en donde ellos son lo primero; tienen mucha energía para emprender sus proyectos pues les atribuyen rasgos obsesivos y, en su historial sentimental, ellos son los que dejan a la mujer, generalmente por otra.

Son adorables, apasionados, creativos y se les reconoce una bien ganada fama de  conquistadores.

Nuestro personaje suele ser eficiente en la cama, me refiero a su rendimiento sexual y se precia de ser una persona de “gustos caros y exquisitos”. Estos últimos no tienen relación con sus ingresos

¿Qué hacer?

La conexión con el Vampiro suele alimentarla un determinado tipo de mujer.

“Sufrida”, con mucho temor a que le cuenten el número de parejas; insegura y con autoestima baja. El temor al abandono está en las raíces del tema… “Para mí es un reto reeducar a este machote”. Esta meta siempre fracasa.

Querida amiga: pídele un tiempo; cheque en su corazón y diferencie lo que es dependencia y lo que constituye amor.

Niéguese a las relaciones sexuales utilitarias, pues cuando el Vampiro, cual Drácula moderno, huele que usted quiere soltarlo en banda, trata de reconquistarla por la vía del placer.

Con un buen terapeuta profundice en su estudio biográfico el porqué usted encuentra gratificación en una relación tan dolorosa.

Manténgase firme en la ruptura. No busque otra relación de inmediato, pues “un clavo no saca a otro clavo”.

Si usted no maneja con firmeza el duelo de ruptura, el Vampiro regresará, esta vez para dejarla exangüe y totalmente devastada.

A cuidarse…

El Nacional

La Voz de Todos