Opinión

DE SALUD Y OTRAS COSAS

DE SALUD Y OTRAS COSAS

Salomón, Marion y Amiro

Salomón Jorge fue de los pioneros de la cardiología en Santiago de los Caballeros.

Con postgrado en Francia ejerció la medicina con apego a las normas éticas y siempre fue una referencia para las generaciones que le siguieron.

En los años 80 me tocó en mi condición de fiscal y presidente del tribunal disciplinario de la Asociación Médica Dominicana juzgarlo bajo la acusación de rompehuelgas.

Acudió con humildad a su cita y con la elegancia que le caracterizaba nos  explicó que fue a ver una emergencia al hospital Cabral y Báez de un haitiano moribundo en  el momento en que se desarrollaba una huelga de médicos en ese hospital.

Fue absuelto

Gugú  Marion, como le llamábamos sus amigos, fue un psiquiatra de recia formación en Estados Unidos.

Cultivador exquisito de orquídeas.

El doctor Luis  Marion Heredia fue el primer presidente de la Sociedad Dominicana de Psiquiatría, Neurología y Neurocirugía (1968).

Fue director de la Escuela de Medicina de la UNPHU y ejerció por muchos años en práctica privada,  primero en la antigua clínica Doctor Yunén y luego en el Centro de Gastroenterología.

Hace muy pocos días nos reunimos para conversar sobre seguridad ciudadana y de los cambios que había experimentado la práctica de la Psiquiatría en el país.

En 1996 cuando me tocó presidir la Sociedad de los psiquiatras se le tributó un merecido homenaje.

Amiro Pérez Mera constituye una referencia en la historiografía médica.

Primero por su postura  antitrujillista que lo llevó a la temida cárcel de la 40 y en segundo término, por su lucha titánica contra la poliomielitis que lo llevó a erradicarla.

Fue director del Departamento de Salud Pública de la UASD y ministro de Salud  durante el Gobierno del Dr. Salvador Jorge Blanco, (1982-1986).

Fui su ayudante en la Cátedra de Medicina preventiva y recibí su asesoría en mi tesis de grado para recibirme de Doctor en Medicina.

Mi trabajo fue además asesorado por el pediatra  inmortal doctor Hugo Mendoza y versó sobre la Mortalidad Infantil en República Dominicana.

Organizó  los trabajos de la encuesta DIAGNOS (1972) y junto a Méjico Angeles, Rafael Isa Isa, Orlando Mejía y Modesto Tavárez asumimos la coordinación de campo de una de las investigaciones más completas sobre salud y sociedad que se recuerde.

Estos tres maestros de la medicina dominicana tenían muchas cosas en común:

Cultores de su salud y de la actividad física

Comedidos en el uso del alcohol

Siempre estuvieron en el aula enseñando

Ejemplos para sus hijos y nietos

No dejaron fortunas a la hora de su muerte

Las universidades y los gremios fueron tacaños  para reconocerles en vida.

Hicieron aportes importantes en los campos  biomédicos  tanto en la consulta, en la comunidad y  en la investigación.

Son orgullo de la sociedad dominicana y de sus respectivas especialidades.

En un momento en que la gente se agencia sus homenajes, en que son forzadas y a veces inmerecidas las entregas de tantas placas, uno se pregunta: ¿es que está en vías  de extinción la estirpe de  estos tres ciudadanos que estamos despidiendo?

La Sociedad Dominicana de Cardiología, la Sociedad Dominicana de Psiquiatría y la Sociedad de Médicos Salubristas están a tiempo de reaccionar.

El Nacional

La Voz de Todos