Opinión

DE SALUD Y OTRAS COSAS

DE SALUD Y OTRAS COSAS

A petición de varios de mis lectores:
La vida sería muy aburrida sin preocupaciones.
Los problemas son del tamaño que los mires.

Hay gente que se abruma por cualquier pendejadita.

Estas son expresiones populares que nos hacen saber que los seres humanos siempre estamos cavilando sobre preocupaciones válidas o no.

Maria Elena está próxima a graduarse de médico y completa doce semanas de embarazo, lo preocupante es que ella no sabe de quién es la barriga, pues se ha ejercitado en el arte del coito con dos de sus futuros colegas casi de forma simultánea.

Don Pedro debe tres millones a un reconocido banco, su cuota mensual sobrepasa en mucho lo que puede pagar y a pesar de todos los chances que le ha dado el departamento legal, en breve su apartamento en garantía será intervenido.

Doña Maria tiene a su único hijo enfermo hace diez años de esquizofrenia de evolución maligna y ya lo ha vendido todo, pero aun así, no tiene para comprar los medicamentos especializados que requiere su chico, de 30 años, por lo menos para controlarle.

Estos son preocupaciones ante problemas reales, pero muchos humanos “sin problemas aparentes” viven creándose preocupaciones artificiales que ni siquiera se han presentado.

Aconsejar es saludable, pero cuando usted está en el cuadrilátero con el otro boxeador dándole golpes y escucha a su amigo que desde las gradas le vocea : “tira….tira”, y tú exhausto, lo único que deseas es que te “noqueen”.

“Pon de tu parte” se ha convertido en el predicamento más ofensivo para el que “lo ha hecho todo” para resolver una situación difícil.

Respetando las creencias, a veces, es de irresponsables decir “yo todos esos problemas los pongo en manos de Dios”…

Cuando estés acorralados por un problema serio, los teóricos de las teorías del conflicto plantean tres estrategias:

1.- Posponer el enfrentamiento. Se da en el caso de los divorcios, de algunos negocios y de contradicciones de carácter político.
A veces retrasar las soluciones complica y agranda un problema menor.

2.- Enfrente directamente el asunto. Fui a legal del banco y entregué el apartamento. , ya eso no me dejaba dormir, pero me siento más cómodo.
La dama embarazada se decidió por el aborto.

Muchos critican estas salidas tildándolas de radicales, desesperadas y que no se dio el tiempo para contemplar un plan B como alternativa.

3.- Negociar. Es una alternativa sensata. Se trata de evitar confrontación, pero sin posponer posibles soluciones.

“Vamos a separarnos por un mes antes de que el abogado inicie el trámite de divorcio”, “y nos ahorramos el pago de honorarios”…

Hay condiciones que no admiten posposición de medidas. El cáncer; la esquizofrenia; el sida y otras situaciones que lamentablemente te colocan frente a la pared, no admiten vacilación.

Claro, el protagonista del problema y su personalidad son claves.
Muchos seres humanos son hábiles para negociar; otros son los maestros en no tomar decisiones, “esperan que el mango madure” y los hay que “parten de ligero y rompen a cualquiera”.

Lo mejor es poner la mente en orden; medir consecuencias; tratar de no hacer daños a terceros; evitar soluciones violentas que no respeten la vida.
En tantos años aconsejando gente con los más variados problemas he comprendido que de una forma u otra, tarde o temprano todo pasa y en cierta medida todo

El Nacional

La Voz de Todos