Opinión

DE SALUD Y OTRAS COSAS

DE SALUD Y OTRAS COSAS

César Mella

Cien canciones y un millón de recuerdos
Referirse a la llamada canción de la nueva ola de los años 60 en adelante me remite a recordar a un viejo amigo: Milton Peláez: “Carmencita , yo sí te quiero y aunque tu madre no me quiera porque y yo soy feo…”.

Unos de estos días conversé por las ondas de la emisora Súper 7, ubicada en el 107.7 FM del dial, con el experto Paco Saviñón con el tema “Ecos de la Nueva Ola”. Allí bajo la dirección de George Rodriguez y Ruddy González, mi rol era de aprendiz.
¿Qué determinó ese cambio de paradigmas en la música popular?
No hablamos de balada, de merengue, de bachata, de rock, de lambada, de tango, de bolero, de ranchera… de nada de eso.
¿Qué tienen en común lo que fue la nueva ola?:
Como te extraño mi amo, Leo Dan.

Besos de Papel, interpretado por Mirna Castellanos.
El Rebelde, con Lucecita Benítez.

Bonita y Sin Alma, en la voz de Julio César Defilló.
Desde E.U. nos llamó Ramón Anibal Ramos y al set se nos unió el intelectual Juan Deláncer y el comunicador Juan TH.
Yo afirmé: “Al escuchar estos textos estamos frente a un amor tierno, de propuestas sublimes y de una musicalización que se presta para bailar con ensoñación”.

Pero seguimos montando discos por más de dos horas:
Mister twist con la recordada Connie Francis.
La Bamba en interpretación de Trini Lopez.
La Felicidad con el gran Palito Ortega.

Pulpa de Tamarindo con los Tres Sudamericanos.
Esos Ojitos Negros, con el famoso DúoDinámico.
Un Muchacho como yo, a cargo de Palito Ortega.
No habían llegado los movimientos de Canción Protesta; las dictaduras campeaban en el mundo; esperábamos a mayo del 68 en París; aquí salíamos de una guerra patria y el amargue presentía a Radio Guarachita.
Observen qué difícil es ubicar la “nueva ola en el contexto internacional y nacional”. Los Beatles con su apoteósica visita a Estados Unidos y Chubby Checker amenazando con el twist…
Sigamos:
Ritmo del Alma, de Chucho Avellanet.
Hoy mejor que mañana, el inmenso Rafael Martos.
Hoy daría yo la vida, con Marthiña.
Más feo que yo, con nuestro Milton Peláez.
Tu cabeza en mi hombro, con Enrique Guzmán.
Cuando, cuando, cuando, de Mona Bell.
La Calambrina, Kiko y Beto.

Todas las chicas me gustan, con Rafael de España.
Entonces el me besó…. con Lucecita Benítez.

La aparición de la guitarra eléctrica y el bajo; la contundencia de la batería con la vibración de sus platillos y los órganos electrónicos complementados con una lírica ágil , propositiva , pues detrás de cada una de ellas, había una historia de amor envuelta en lo sublime contribuyeron a legitimar en el gusto juvenil estas propuestas.

Hoy me propuse no hablar de política. A media noche de este domingo o temprano de mañana lunes, como dijo Jesús en la cruz: “Todo está consumado”…

El Nacional

La Voz de Todos