Opinión

De salud y otras cosas

De salud y otras cosas

Desahogos Dominicales…

Como nacido y criado en San Pedro de Macorís, no me siento representado por su senador. Independientemente de su posible inocencia no le siento la formalidad de la tradición cocola.

El pasado día de La Altagracia tomé una voladora en la avenida Máximo Gómez para auscultar la percepción de la gente de a pie y el Presidente de la República debe saber que en la impresión popular sus palabras y sus hechos son debidamente escrutados con mucha decepción. Da pena que ya cada voto tiene un precio.

Cuando suelo caminar de madrugada en el exclusivo sector de Naco saludo a grupos de caminantes que van hacia su trabajo, con esta frase: Bonjour monsieur, y me devuelven con una cara de satisfacción. Soy enemigo de la discriminación gratuita.

Ojalá se consigan los fondos para reajustar el salario de médicos y enfermeras. El poder político debe valorar la conveniencia de obtener un respiro o paz Sanitaria para seguir avanzando…

No me gustan los síntomas que se observan en la Universidad del Estado. En la UASD se producen robos; la gestión y la administración del conocimiento están en su peor momento y su impacto en la conciencia crítica de la sociedad ha disminuido mucho. Qué lastima que no hay condiciones para un nuevo movimiento renovador.

Mis amigos del PRD no terminan de entender que hay que ceder para avanzar. Grupos de intereses económicos, ojo no de intereses ideológicos o políticos, sino de verdaderas pandillas, operan para tomar la dirección, no para llegar al poder. Sus beneficios y modus operandis es permanecer en la oposición, pero medrando en los gobiernos. Será muy difícil remenear esa mata y la división o la nueva derrota acechan. ¿Qué va a pasar ahí? Pueden contar conmigo para proyectos con cierto grado de seriedad con miras a la eticidad de la participación política para la toma del poder.

He disfrutado enormemente las puestas en circulación de dos libros: “La princesa de Capotillo”, novela del laureado escritor Luis R. Santos, y el poemario “La Ciudad y sus Cantos”, del poeta y amigo Tony Raful. Regálelos el dia del amor.

Acérquese a la Zona Colonial y en la Casa de Italia podrá disfrutar de la 13ª exposición pictórica del artista plástico Octavio Paniagua y al doblar en la Arzobispo Meriño la exposición que organiza El Bacho (don Raúl Pérez Peña) a sus compañeros del 14 de Junio. Estas visitas y vivencias reducen las angustias.

Lamento no desahogarme con el costo de los medicamentos; con la proeza del aviador que salvó 150 vidas en Nueva York y con contarles cómo el hijo de una de mis pacientes me llevó filmado en un celular “como se pone su mamᔠcuando se acelera y cuando se deprime, lo que me permitió confirmar el diagnóstico de moda: Trastorno Bipolar. A los puristas: perdonen la redacción.

El Nacional

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