El Presidente nos monitoriza… qué bueno
Salón verde del tercer piso del Palacio Nacional.
Directores Generales. Superintendentes y equipo de Gerencia Alta del Gobierno.
Conté casi 100 puntuales y disciplinados.
Tema: Segunda reunión de monitoreo al programa general del Gobierno.
¿De qué se trata?
Cada funcionario está siendo seguido estrechamente por el Ministerio de la Presidencia para lograr tres pilares en su gestión:
Transparencia
Rendición de cuentas, y Participación Social y Comunitaria.
Montalvo, adusto y centrado como siempre, dio apertura a una reunión que se extendió por casi dos horas.
Se nos explica la matriz de seguimiento que incluye hasta la “picada de ojo” de l o que cada uno hace con los cheles que nos asignan.
Se establecen las bases del análisis: metas del programa de gobierno hasta el 2020, a lo que se agregan las promesas del Presidente en campaña y coyunturales .
La viceministra Moraima, sagaz y brillante, explica cómo debemos informar las tareas.
Se pone como ejemplo la Red Única De Salud (Ley 123/ 15) que hasta ahora se ha logrado cabalmente.
El licenciado Caamaño, Contralor de la República, nos explicó cómo rendir cuentas y cómo manejarnos para no cometer errores
Don Lidio puso dos ejemplos de funcionarios que se les “fue la guagua” haciendo travesuras.
El tema de las compras “por la libre” fue aireado y se reclamó seguir el librito… La cara más linda del gobierno: doña Yocasta asentía con picardía.
El Presidente clausuró diciendo “el que meta la mano no sólo será cancelado, sino que será traducido a la acción de la justicia”.
A buen entendedor:
el que meta la mano va preso.
Sentí la reunión como tensa y poco cordial.
Era un corral de monaguillos…. no de pecadores.
Yo estacionado en la cuarta fila, sentado al lado de Guayubín y Rafa Pérez, ex línea roja (al igual que yo).
Me quede con tres frustraciones:
No pude saludar al Presidente, no soy funcionario lisonjero, ni de empujones, ni de pasar papelitos en pasillos.
El IDSS no apareció “por parte” y sé que soy capitán del Titanic a punto de zozobrar.
Y no se permitió el uso de la palabra a ningún miembro de la “escuelita” de los asistentes al Sermón de Adviento.
“No son todos lo que estaban, ni son todos los que fueron”.
Los techos de cristal están más arriba y cerquitica del Presidente… Dijo alguien…
Ese día salí contento por dos cosas:
Hay que insistir en prevención del cáncer de la corrupción y espero la tercera reunión de seguimiento y monitoreo cuerpo a cuerpo de cada uno de nosotros, sin excepciones.
Y, a las 5:00_a. m. de ese día, leí a Dorin Cabrera que en una medición colocaba a nuestro presidente en una solida posición pese a los vientos huracanados.
Por mi parte espero las modificaciones urgentes y necesarias de la Ley 87/ 01 para entregar con altura el viejo IDSS y antes de marcharme a casa, pasar por el Palacio, y decir con la frente en alto: “don Danilo y don Gustavo, mis pacientes me esperan, gracias”…
