Opinión

DE SALUD Y OTRAS COSAS

DE SALUD Y OTRAS COSAS

 

Cuanta gente complicada…
Buscando temas que pudieran ser agradables a mis lectores dominicales, veo en el stand de autoayuda de mi biblioteca un libro del Dr. John Townsend bajo el título “Cómo manejar a las personas difíciles” y al hojearlo me di cuenta que presenta situaciones en las relaciones entre los seres humanos muy complicadas.
Repasando mentalmente las cosas que escucho y que son motivo de consulta como siquiatra, sólo me atrevería a enumerar algunas situaciones en combinación con este libro y retarles a identificar alguna de estas condiciones a ver si entran en vuestro entorno, por supuesto, sólo para la reflexión, no ofrezco ni consejos, ni soluciones.
Veamos:
Tienes un jefe controlador que maneja y manipula a sus empleados de forma extrema y angustiante.
Posees un hijo adulto, que está en la casa, que ni trabaja ni estudia y que agota los recursos económicos y emocionales de toda la familia. Ahora les llaman ninis.
Tienes un marido indiferente que no se comunica ni se involucra en los problemas del colectivo… él “vive su vida”
Eres una esposa mártir, que vives de quejas en quejas, acusando a los demás de los males del hogar y de toda la familia.
Tu hija tiene un novio irresponsable que durante años la ha ilusionado y tienes la seguridad de que eso “no irá a ningún lado”.
Tienes un socio o un compañero de trabajo de temperamento variable que controla y contamina todo el ambiente laboral.
En tu familia hay un sujeto (la oveja negra), que permanentemente está demandando ayudas, se queja, critica a los otros y se victimiza de toda su tragedia, entendiendo que los culpables son los otros y no admite sus desaciertos.
Muchas veces los seres humanos, sea por la vía de la consejería, de la fe o de pasar por una experiencia vital dolorosa, pueden cambiar.
El jefe jodón se hace más flexible después de la muerte de un hijo; el marido cerrado comienza a abrirse después del embarazo no deseado de una hija y la esposa quejumbrosa comienza a pedir disculpas y a modificar actitudes orientada por su psicólogo.
Otras veces, el novio irresponsable da la sorpresa y se casa; el familiar oveja negra se muere; a tu socio o compañero de trabajo le otorgan residencia en otro país y te “lo quitas de arriba” amigablemente.
El reto diario de estar vivo es saber que no disfrutaremos de una armonía perfecta. Cada día es un nuevo reto…
A veces uno espera que sean los demás que cambien y no desarrollamos mecanismos para “torear” situaciones y personas difíciles.
La tolerancia, la prudencia, la capacidad de diálogo, la actitud de negociación nos permite, si no resolver, por lo menos, atenuar las cosas que nos resultan estresantes.
Un rasgo sobresaliente de nuestra personalidad que denota madurez, consiste en demostrar la tolerancia a situaciones difíciles y además darles salida armónica a los conflictos.
A pesar de lo que antecede la vida es compleja y contradictoria y lo ideal es que los conflictos terminen como los cuentos de hadas “Y todos fueron felices por el resto de sus vidas”.

El Nacional

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