Opinión

DE SALUD Y OTRAS COSAS

DE SALUD Y OTRAS COSAS

César Mella

¿Tiene Ud. miedo escénico?
Ha dicho Paulo Coelho que “ solo una cosa vuelve a un sueño imposible: el miedo a fracasar”.
El temor a hablar en público, para ir al grano, es una condición que afecta y hace sufrir a miles de seres humanos.

Estamos hablando de una limitación tan socorrida que paraliza a seres humanos a los que se les hace difícil dar un testimonio en su propia Iglesia y hasta de políticos que se les hace muy difícil subir exitosamente a una tarima.

He presenciado discursos a pocos metros de personajes como Fidel Castro y José Francisco Peña Gomez y advierto que el lenguaje corporal es esencial, por ejemplo el movimiento de ambas manos y la forma en que guiaban la mirada, esos dos líderes.

La actriz Barbara Streisand , nacida en Brooklyn, Nueva York , duró 27 años sin actuar en clubes nocturnos bregando con un pánico o temor a hacerlo frente a multitudes.

Las personas afectos de esta limitación, tienen lo que se llama ansiedad anticipada, esa sensación paralizante de que “las cosas van a salir ma” de que “voy a hacer el ridículo”, etc. activan el Sistema Nervioso y se produce sequedad en la garganta, calambres, alteración del tono de voz, sensación de que se va a desmayar, etc.

Amigos que he visto hablar en público como don Fredy Beras Goico relajaban el escenario con un chiste o un Yaqui Núñez del Risco que a pura cultura y dicción exquisita mantenía embobados a los auditorios.

El programa televisivo Sábado se va de Ronda tenía como conductor a uno de los poetas de la patria, René del Risco Bermúdez (primo de yaqui) ¡que miradas! ¡qué giros idiomáticos! tenía ese galán petromacorisano.

Sea para un aspirante a maestro de ceremonias o para la defensa de su tesis de grado en la Universidad, divulgo algunos tips que recomienda el comunicador don Oscar López que pueden serles de utilidad:

1) Preséntese adecuadamente vestido para la ocasión.

2) Ensaye las ideas frente al espejo.

3) Aprenda una técnica de relajación y autocontrol.

4) Invierta los pensamientos negativos y sustitúyalos por una autosugestión positiva: Ej “sé que voy a quedar bien” .

5) Arranque sin rodeos. A veces una frase estimulante o una
pequeña anécdota le transmiten confianza a Ud. y al auditorio.

6) Se recomienda una velocidad de 150 palabras por minuto.

7) Si no va a leer, lleve una discreta guía o memorice grabando
previamente, y escuche lo que va a decir. Trate de no equivocarse.

Hablar más de seis minutos ya es abusivo. Depende de la circunstancia.

8) Sea claro y preciso. Erguido y de pie, puede pasearse un poco en el escenario. Gesticule con elegancia, a tono con el sentido de lo que dice.

9) No se deje distraer por un necio.

10) Hay que terminar con una frase inspirativa, que puede ser la esencia o el resumen de lo que le ha tocado hablar; y

11) El aplauso puede ser estimulado a conveniencia.

Lo que precede no es una fórmula. No es lo mismo hablar pronunciando un panegírico, que presentando una candidata a reina de belleza u ofreciendo un sermón como oficiante en una Iglesia…
¡Suerte!

El Nacional

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