Opinión

DE SALUD Y OTRAS COSAS

DE SALUD Y OTRAS COSAS

Según los vaticinios de la Organización Mundial de la Salud (OMS), las depresiones nerviosas ocuparán el segundo lugar entre todas las causas de discapacidad, sólo precedidas por quebrantos como las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y otras primerísimas casusas de enfermedad y muerte en el mundo.

Como la depresión es el motivo principal de consulta en la práctica privada y, lamentablemente, la gran mayoría de los dominicanos no puede pagar los honorarios del muy reducido grupo de psiquiatras en ejercicio, les voy a revelar las preguntas que nos formulan nuestros pacientes, algunas no muy conocidas por los lectores de periódicos.

— Doctor Mella, un naturista me indico las Hierbas de San Juan para un apagón del ánimo que tengo, ¿las sigo tomando?

— Josefina, daño no te van a hacer. Se dice que sus químicos actúan parecido a un neurotransmisor que se llama serotonina y que encienden la chispa del ánimo. Yo no las uso, pero soy muy cuidadoso con el tema de hojas y raíces, por eso, una tal moringa, que se ha puesto de moda, ni de juego la prescribo en nada que tenga que ver con mi especialidad.

— Doctor, en mi familia por parte de mi papá y mi mamá hay depresiones por todos  los lados, ¿eso me afecta en mi tratamiento?

— Pedro, los elementos genéticos y hereditarios de los trastornos del ánimo están suficientemente demostrados, pero apenas llevas dos meses de tratamiento y tus últimas mediciones (escalas) y tu desempeño nos dicen que vas en franca mejoría.

— Doctor, vine a buscar una segunda opinión: otro colega suyo le quiere dar choques eléctricos a mi marido, ¿qué hago?

 — Doña Vicky, yo también me inclino por la terapia electro convulsiva, un procedimiento seguro que lleva casi 60 años aplicándose en todo el mundo, con la presencia de un buen cardiólogo y un anestesiólogo. Mi opinión se basa en  tres razones: él tiene más de un intento de suicidio; su depresión es mayor  (tiene delirios y alucinaciones además del ánimo decaído) y; durante seis meses no ha respondido a los fármacos muy bien indicados por mi otro colega.

— Doctor, tengo 15 días tomando mis antidepresivos, haciendo ejercicios y modificando los pensamientos intrusos como usted me orientó, pero no siento mejoría.

— Don King, a sus 60 años y los problemas de salud, familiares y psicosociales que usted arrastra, los resultados inmediatos no son  a veces ostensibles. Algunos antidepresivos “arrancan” a los 21 días después de su inicio. Yo voy a aumentar un poquitín la dosis y  añadiré unas medicinas especiales que se llaman eutimizantes o normalizadores del ánimo. En su nueva cita, que será en 15 días, yo espero que usted esté mejor. Eso sí: fe en su tratamiento; disciplina en la toma de sus medicinas; visite a los otros especialistas, que le ven para que me  lo balanceen y como usted es un hombre de la iglesia, asista y exprésese en las reuniones de sus grupos de apoyo.

Una jovencita que está muy mejor y que le estoy dando de alta de una depresión moderada, por un problemita con un noviecito, con su carita muy fresquita me preguntó: Profesor, ¿los psiquiatras se deprimen?

Pensé en lo que digo en mi cátedra de bioética: el paciente tiene derecho a preguntarlo todo y el médico el deber de responderlo  y a seguidas le dije: pues claro mi hija, somos seres humanos. En el caso mío tengo por lo menos tres psiquiatras que son mis panas y no dudaría en ir donde ellos, a su consulta, no en un bar, y más aun, que me mediquen y si hay que darme unos choquecitos, pues autorizados están.

El Nacional

La Voz de Todos