Opinión

Debate sobre el futuro

Debate sobre el futuro

A quince años de la implementación de la Ley 87-01 sobre el Sistema Dominicano de Seguridad Social, es necesario analizar sus aspectos positivos y negativos. La más profunda revolución del sistema previsional no ha podido completarse, no solo por las deficiencias y los componentes del modelo, sino por la ausencia de voluntad política.

Hace pocas semanas, cerca de un millón de chilenos salieron a las calles. Se llamaron a sí mismos “indignados”, cansados de lo que han llamado un abuso de las Administradoras Privadas de Fondos de Pensiones (AFP), creadas precisamente en ese país en los 80 por José Piñera, entonces ministro de Trabajo del régimen militar de Pinochet, y cuyo hermano, Sebastián Piñera, años más tarde, se convertiría en presidente de Chile.

El modelo de las AFP ha sido de tal envergadura, que ha sido exportado a diversos países de la región, entre ellos, Perú y Argentina, y cómo no, a República Dominicana, donde al igual que en los demás países, se distingue por la injusticia hacia los trabajadores y el bajo retorno de sus salarios de toda la vida, sostén de un sistema que necesita ser revisado y reformado con urgencia.

Tal como reportaron Diario Libre y El Nacional el 29 de agosto, solo en 2015, las AFP en República Dominicana ganaron 3.6 veces más que los propios afiliados al sistema, es decir que, mientras las AFP recibieron 38.5% de los fondos, sólo devolvieron un 10.7% en promedio a los cerca de 1,643,218 trabajadores que cotizan de manera formal.

Al margen de las explicaciones que puedan dar las AFP, lo cierto es que se impone una revisión, y el debate es saludable porque impacta sobre el presente y el futuro, sobre las presentes y futuras generaciones. De igual manera, hay que revisar la edad de retiro, que, desde mi punto de vista, debe aumentarse de 60 a 65 años de edad.

Con ese escenario, en el Congreso Nacional se discutió de forma tímida bajar las comisiones a las AFP, que redujera sus ganancias, implementara un nuevo sistema de inversiones y beneficiara a los trabajadores para que puedan tener acceso a una vejez digna. Hoy, lejos de este escenario, el proyecto fue anestesiado, mientras nos acercamos al 2028, año que se estima estarán los primeros pensionados bajo las AFP, y que sin embargo, no verán ni por asomo, el retorno a toda una vida de trabajo.

Es impostergable ampliar el debate del sistema de fondos de pensiones. Otros países han comenzado a vislumbrar reformas a un modelo que en teoría debe beneficiar a los trabajadores y no a las empresas que más allá de administrar dichos fondos, se están llevando ganancias superiores a los recursos que devuelven a quienes con su sudor y esfuerzo han hecho posible los fondos en primera instancia.

El Nacional

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