Opinión

Del dólar y barreras psicológicas

Del dólar y barreras psicológicas

A finales del año pasado el peso cruzó la barrera de los $40 por dólar. Que cruzara esa barrera no es sorpresivo, de hecho era bastante predecible desde hace algunos años. Sin embargo, los reclamos desbordados o incluso la actitud de algunos comerciantes que justifican algunas subidas de su precio por ello sí es algo no tan racional. Bienvenida sea la República Dominicana al mundo de las barreras psicológicas, y no, no es nada por lo cual alarmarse.

Posiblemente el mercado más liberal y realista dentro de la República Dominicana hoy en día sea el mercado cambiario. En gran medida el precio es fiel reflejo de la oferta y la demanda, como debería aplicar para todas las demás industrias en beneficio de los consumidores. Aunque la participación del Banco Central se siga considerando sumamente importante, lo cierto es que en gran medida lo que hoy viene ocurriendo con la tasa de cambio es un reflejo natural de las actividades económicas del país, y más que un llamado a mayor intervención o control, lo que el país necesita es reforzar con mayor vigor el estilo de manejo que a la fecha va llevando.

El peso dominicano a $40 por dólar fue desde la gran devaluación iniciada en el 2004 una barrera psicológica importante, y por el hecho de ella misma hoy se vienen observando los vaivenes de hoy en día. Asumirle como algo distinto a una barrera psicológica y demandar mayores controles o limitaciones a la libertad de canje solo podría empeorar las cosas.

Hoy tenemos ejemplos claros de un mal manejo de este tipo de casos, tanto en Venezuela como en Argentina. Estos países apostaron por controles férreos cuando sus tasas de cambios se tornaron en un asunto político por mayores reclamos de “control”. Hoy Argentina y Venezuela tienen de los más grandes mercados negros de la moneda estadounidense del hemisferio, es tan grave que el control establecido por una “tasa oficial” solo ha servido para devaluar con mayor rapidez sus monedas en las tasas reales de cambio.

Este tipo de lecciones no son nuevas para República Dominicana, y debería ser ya una lección aprendida el resultado de llamar a mayores controles. Por for tuna, los organismos oficiales con participación en este asunto se han abstenido de siquiera sugerir un viraje en su política. Estos apuestas a que una vez baje la efervecencia de la barrera psicológica a nivel nacional las cosas se van a calmar. Esto sin dudas es lo prudente.

Al final del día lo importante no es sacrificar lo más por lo menos. Cualquier tipo de control férreo termina en desastre para todo aquel que trate de imponerle. Sí, hemos sobrepasado la barrera psicológica de los $40, y les puedo asegurar hoy que en menos de 5 años estaremos pasando la otra barrera de los $50, pero no por ello es necesario llamar a alarmas de pánico. Dejen al mercado ser, que al final sin lugar a dudas todos seremos finalmente beneficiados.

El Nacional

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