La función de la Policía como cuerpo investigador y del Ejército como defensor de la soberanía, crea inconvenientes e incluso fricciones entre oficiales de ambas instituciones cuando tienen que trabajar juntos.
Ese hecho hace necesario limitar la competencia en los ámbitos de la seguridad pública y defensa nacional, a fin de evitar un retroceso o estancamiento frente a las demás naciones del planeta.
Oficiales de ambas instituciones atribuyen los problemas a que la Constitución no es clara en establecer las funciones de cada una de las partes, lo que crea confusión entre los mandos.
Consideran que los asambleístas deben aprovechar la modificación a la Carta Magna para deslindar con claridad las funciones de cada organismo.
En su mayoría los actores políticos en cuanto a los tres poderes del Estado han ignorado o desconocido la realidad de estas instituciones, ya que los retos de la seguridad, tanto nacional como internacional demandan una visión moderna y normativas correctas, expresó uno de los oficiales consultados que prefirió el anonimato.
El oficial policial explicó que cuando ocurren hechos criminales en los que hay militares involucrados, corresponde a la Policía hacer la investigación, aún se produzca en un recinto militar.
Sostuvo los militares asumen las indagaciones y tratan con hermetismo detalles, que impiden en la mayoría de los casos la participación de especialistas policiales.
Reconoció que cuando en un destacamento policial se produce un acontecimiento que podría atentar contra la seguridad nacional, tampoco la Policía colabora con los militares, y éstos dirigen ellos la investigación.
