Lo correcto sería comenzar afirmando que la sociedad dominicana no es violenta como algunos han pretendido presentarla. La realidad, sin negar el auge de la delincuencia, es que somos un país potencialmente cómodo, estable, exhibidor de sus fortalezas y debilidades, en donde existe confianza plena en sus autoridades actuales y, fundamentalmente, en el gobierno presidido por Danilo Medina.
Sin embargo, es tarea del hombre justo admitir que la delincuencia genera insatisfacción. Y que los niveles de inseguridad tienden a convertirse en retranca para el desarrollo. Por ello le corresponde al buen gobierno edificar planes de prevención y enfrentamiento. Este Gobierno está decidido a planificar y ejecutar políticas tendentes a prevenir que jóvenes marginados se adentren a ese submundo.
Lo que jamás puede permitirse es la existencia de una delincuencia organizada, porque entonces sí que barrios, municipios y provincias podrían sentirse amenazadas por bandas, la cuales actuarían a sangre y fuego, imponiendo su estilo de vida contra una población indefensa.
Cada delincuente proviene de un submundo, de barrios marginales, de la pobreza extrema, de bajo nivel de escolaridad, del rincón de los estupefacientes, con sus reglas y normas, con sus códigos y leyes inviolables para ellos.
El Gobierno actual tiene un desafío por delante. Su misión será, en estos cuatros años, hacer que disminuya la violencia social con toda la secuela que de ella se deriven, para que entonces nuestra sociedad pueda continuar marchando bajo un clima de paz y prosperidad; sin el fastidioso temor de ser sorprendido o atrapado por un agente productor de la delincuencia.
Para dicha de nuestra sociedad, una de las cualidades fundamentales que exhibe Danilo Medina es la de siempre dar a conocer sus pareceres con relación a los distintos problemas que de carácter social y económico son perceptivos en nuestra nación.
Fue el presidente quien dijo que El Plan de Seguridad Ciudadana es una de las prioridades del gobierno. Se trabaja sin descanso para que avance eficazmente. Apoyémosle, pues, sabiendo que todos juntos le ganaremos a la delincuencia.
