San Juan de La Maguana.- La puesta en libertad pura y simple “por órdenes superiores” de contrabandistas de diversas mercancías y traficantes de haitianos indocumentados, está generando mucho malestar y disgustos entre militares de diferentes rangos que prestan servicios aquí y en Elías Piña.
Mientras los altos mandos militares de manera continua envían a cientos de efectivos, principalmente a la frontera de Elías Piña con Haití, para “reforzar la vigilancia y reducir el ingreso desde el vecino país de contrabando de todo tipo y el ingreso de indocumentados,” cuando decomisan mercancías y detienen a extranjeros, los contrabandistas y los trata de blanca se marchan a sus casas sin ningún tipo de sanción.
Con esa disposición la Dirección General de Migración (DGM), y los militares pertenecientes al Ministerio de Defensa, están violando la Ley 137-03, que establece inclusive, cárcel desde seis meses a un año para los contrabandistas de mercancías y los traficantes de extranjeros ilegales hacia territorio dominicano.
Se ha sabido que el Ministerio Público, en la persona de Pedro Antonio Mateo Ibert, procurador de la Corte de Apelación de las provincias de San Juan y Elías Piña, prepara un documento para reclamar a la DGM y a los militares que prestan servicios en la zona, que procedan a enviar a los contrabandistas y traficantes de indocumentados que sean apresados, al fiscal titular, Salín Valdez Montero.
Cuando el entonces coronel Pedro de Jesús Candelier Tejada comando la tercera brigada con asiento en esta ciudad, fue autorizado por los altos mandos miliares a entregar parte de las mercancías que incautaban los guardias, como incentivo a su trabajo, pero esa práctica ha sido descontinuada, y en cambio, todo lo incautado es enviado a la capital.
Y es que los esfuerzos y los trabajos perdidos crean desaliento, desgano, desinterés, falta de motivación, pero sobre todo, incentiva el cobro de peaje en los 14 puestos de chequeo que hay en la carretera desde Carrizal, en Comendador, hasta Los Pilones, en azua.
Se tienen informes confiables que, producto de esas decisiones de dejar en libertad a los contrabandistas y traficantes de haitianos sin formularles cargos y pedir el envío a la sede del Ministerio de Defensa, cuyo destino se desconoce, hace varias semanas que los militares que prestan servicios en la frontera en los chequeos “se están haciendo los chivos locos, amarando la chiva, practicando aquello de dejar pasar, dejar hacer”.
El ajo se ha convertido en la cocaína para los contrabandistas, porque tres y cuatro días a la semana son decomisados miles de libras del condimento, y todo, por los pingues beneficio que deja su comercialización.
Por ejemplo, una libra de ajo cuesta en Haití, RD$30.00, puesta comprada en el mercado binacional en Comendador, su valor es de RD$50.00, cuando tienen la oportunidad de llegar con un cargamento a la capital, el gran Santo Domingo, o Santiago de los Caballeros, la libra cuesta RD$170.00, más del triple de la inversión. Militares consultados en relación a la situación antes planteada, se abstuvieron de opinar, manifestando que “nosotros somos subalternos, cumplimos ordenes, además, nosotros solo auxiliamos DGM, en los operativos de apresamiento y repatriación de indocumentados”.
