El papel del Creso
Creando Sueños Olímpicos (CRESO) es una organización insertada en el movimiento deportivo nacional con discreta presencia,casi invisible pero tangible. Pertenece a la categoría de los buenos amigos a los cuales no hay que ver todos los días sino sentirlos y saber que están ahí.
Casi nadie menciona esa institución sin fines de lucro, integrada por una comunidad empresarial dominicana bajo el liderazgo de Felipe Vicini, hasta que un atleta bajo su mecenazgo produce una genialidad como acaba de suceder con el gimnasta AudrysNin Reyes en Croacia.
La formación de un atleta de alta competencia es una paciente labor de orfebrería que implica un largo y complicado proceso desde el mismo instante de la captación, y que requiere de una cuantiosa inversión económica escalonada en la medida de su desarrollo progresivo.
Es al final de la ruta cuando llegan las satisfacciones para quienes invierten entusiasmo y recursos financieros en CRESO, ya sea por un éxito deportivo resonante, por la obtención de un diploma académico o mediante un pergamino de participación olímpica de uno de sus patrocinados.
Asumir ese tipo de compromiso social requiere no solo de generosidad de espíritu sino también de vocación patriótica y un alto grado de confianza en los valores intrínsecos de la juventud dominicana.
La mente ubérrima de Luis Mejía Oviedo, presidente del Comité Olímpico Dominicano, abrió las puertas al nacimiento de esa entidad que de forma paulatina ha ido ganando la adhesión de un creciente número de corporaciones cuyos líderes magnánimos han sido convencidos por la bondad del proyecto y sus objetivos.
CRESO crece en la estima de los diversos actores de la sociedad dominicana con cada hazaña deportiva que desborda los límites de la imaginación, como el título de salto en la Copa del Mundo de Gimnasia alcanzado por Nin Reyes y anteriores proezas a cargo de otros protagonistas.
La vida de los seres humanos se desenvuelve alrededor de sueños optimistas, la mayoría de las veces rayando en la frontera de lasfantasías utópicas o las ficciones quiméricas. Y el deporte es un teatro donde se repiten esas piezas y argumentos.
El triunfo del gimnasta en Croacia es una prueba fácticade cómo la ilusión puede devenir en realidad y cambiar eventualmente el destino de un ser humano. ¡Es por eso que yo creo en CRESO!
