Un grupo de hombres auxiliados por camiones y palas mecánicas depredan indiscriminadamente el río Haina, extrayendo arena y otros materiales destinados a la industria de la construcción y para empresas ferreteras, a pesar de la disposición del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, que prohíbe todas las actividades de extracción de agregados en ese y de otros cauces.
Diariamente, por espacio de 11 horas, desde las 7:00 de la mañana hasta las 6:00 de la tarde, el estruendo de los poderosos motores de las máquinas trabajando irrumpe la tranquilidad de la localidad de Hato Nuevo, en los alrededores del batey Bienvenido en la carretera de Manoguayabo, en donde decenas de grandes camiones entran y salen cargados de materiales por un angosto camino a todo lo largo de la ribera oriental del río Haina.
En junio del año pasado, debido a la intensa sequía y la depredación de que era objeto este caudal, el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales dispuso la suspensión de todas las actividades de extracción de agregados y de canalización en el cauce del citado río, con énfasis en las proximidades de la comunidad Hato Nuevo, provincia Santo Domingo.
La disposición fue comunicada a las empresas que llevaban a cabo actividades de canalización e intervención en este acuífero, mediante una resolución del Ministerio, firmada por el viceministro de Suelos y Aguas, José Alarcón Mella. Las empresas notificadas fueron Agregados JP, Industrial Marketing, Constructora Xamix, Grancera La Pared y Roika Portorreal.
En un recorrido de varios kilómetros por la ribera que se extiende por Hato Nuevo, Manoguayabo y el batey Bienvenido, por lugares no divisados desde la carretera, los hombres y equipos trabajan con toda impunidad, solo vigilados por las aves silvestres que ven sus cantos apagados y su cielo tintado de negro y por el rugir y el humo emanado de las poderosas máquinas. En el trayecto son observadas las huellas de la depredación por la extracción inmisericorde de materiales para la construcción.
Estos equipos crean cráteres de gran profundidad y dimensión en los que caben camiones y palas mecánicas, los cuales no tienen ningún tipo de identificación, por lo cual es imposible saber para quienes laboran. Lo que si es seguro, por la magnitud de la depredación, es que es una operación que deja ganancias millonarias, pero en perjuicio del medio ambiente y los recursos naturales.
La combinación de la extracción indiscriminada de arena, grava y gravilla, la deforestación de sus alrededores y la sequía están contribuyendo día a día a la muerte inminente del río Haina.
UN APUNTE
Descuido
A pesar de la prohibición del Ministerio de Medio Ambiente y recursos Naturales, que prohíbe la extracción de todo tipo de materiales para la construcción del río Haina, no se observa ningún tipo de vigilancia policial, militar ni del Ministerio de Medio Ambiente.
UN APUNTE
Descuido
A pesar de la prohibición del Ministerio de Medio Ambiente y recursos Naturales, que prohíbe la extracción de todo tipo de materiales para la construcción del río Haina, no se observa ningún tipo de vigilancia policial, militar ni del Ministerio de Medio Ambiente.
