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Descuartizan una mujer boricua

Descuartizan una mujer boricua

SABANA DE LA MAR.  Una puertorriqueña fue descuartizada viva por su marido, un dominicano del cual estaba separada, a causa de las continuas golpizas y por cuya causa lo había sometido a la justicia en dos ocasiones

Cecil Lanzo Canales, de 30 años de edad, fue asesinada por su marido Bernardo Antonio Batista Vilorio, de 43 años de edad, quien niega haber cometido los hechos.

La joven boricua, vivía en la calle Sánchez número 15, del sector Pueblo Abajo de este municipio, donde también vivía su marido.

Batista Vilorio había llegado al país repatriado desde Puerto Rico, debido a que no tenía documentos legales.

Los restos de la joven puertorriqueña fueron hallados en varias fundas o bolsas plásticas, dentro de un aljibe.

 Versiones dadas a conocer revelan que ¨Lanzo Canales  le enviaba dinero a su marido, con quien había procreado una niña, pero que éste gastaba todo lo que conseguía en alcohol y drogas¨.

Investigadores de la Policía presumen que la joven  puertorriqueña fue asesinada el sábado en la madrugada después de celebrar  con varias amigas en la discoteca del pueblo, su  regreso a Sabana de la Mar.

 “Ella estaba contenta, alegre, dijo que había venido para diligenciar los papeles de Bernardo, que quería llevárselo y ponerlo a trabajar”, dijo una amiga que estuvo compartiendo con ella y que pidió no ser identificada.

Allegados a la pareja presumen que Batista Vilorio  habría estado bajo los efectos de algún alucinógeno la madrugada del pasado sábado, porque al regresar de la discoteca discutió acaloradamente con su mujer a la que acusó de llegar muy tarde a la casa.

La Policía informó que el acusado descuartizó a su mujer estando viva y que luego colocó las extremidades y la cabeza en bolsas o fundas plásticas, las cuales arrojó a un algibe ubicado en la parte posterior de la vivienda.

El tronco del cuerpo fue cortado en  varios trozos y los envolvió en dos sábanas.

 La Policía informó que luego de deshacerse de los restos de la puertorriqueña, Batista Vilorio limipió la casa para evitar sospechas.

 El crimen fue descubierto por un vecino, que no quiso ser identificado, pero que oyó como la madrugada del sábado la mujer gritaba desesperadamente cuando era “descuartizada viva”  por su marido.

La niña de la pareja  se salvó la vida porque estaba en casa de una amiga donde su madre la había llevado.

 El imputado  tenía una orden de alejamiento judicial, pero la boricua queria a  su marido  y al llegar  desde Puerto Rico lo buscó para plantearle que iba a diligenciar los papeles para que se fuera a vivir  con ella.

 Las autoridades judiciales y médicas decidieron que los trozos humanos fueran llevados a Patología Forense, en San Pedro de Macorís, para fines de autopsia.

 El hecho de sangre ha dejado consternado a los moradores de esta comunidad habitualmente tranquila.

El Nacional

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