Reportajes

Desde Sosúa hasta Samaná

Desde Sosúa hasta Samaná

La hermosa franja tornasol y verde que va desde Sosúa a Samaná constituye el escenario contemporáneo de un comercio sexual de niñas asignadas a turistas europeos que pueden ser, sin rubor, al menos por ellos, sus nietas y biznietas. 

No se requiere una indagación profunda: las pruebas andan libremente en las vía pública.

No hay aplicación del Código del Menor, no hay infracción, no hay aplicación de sanciones y los sustentadores del comercio mantienen una impunidad que admira a unos y decepciona a otros.

Hasta que el Estado se metió con la práctica en Indonesia, esa zona del Pacífico era una de las preferidas por el turismo, por lo general certificado, con justicia, crapuloso.

Sólo obligadas por mafias -una de las cuales quemó el carro de un comunicador de Puerto Plata que se metió con el asunto en una publicación-, pueden estas muchachas de edad tierna a acompañar en la cama a esos “abuelos.”

La transacción es meramente económica.

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Maltratos en el hogar  es una de las razones de prostitución

Precariedad económica  es otra de las razones

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La facha incluso de algunos de esos adquirientes de niñas con acompañantes aún menores, lo cual agrave el delito compartido, que van desde ninguna camisa hasta tristes camisetas, le resulta deprimente a más de una persona.

Entran a los restaurantes, se sientan, les asignan incluso, como se ha observado en el mismo centro de Santiago, una niña más pequeña como “hermana” de la afectada, para mostrar una “confianza” que no engaña a nadie.

Una investigación independiente realizada en Sosúa y Cabarete, las dos mecas esenciales, hace algunos años mostró la extensión enorme de ese “mercado” de carne barata ante el cual se filtraba una más extensa indiferencia política, religiosa, judicial, social.

La denuncia, con evidencias inatacables, que incluyeron fotografías y documentos, de aberraciones con menores, de bestialismo y de otras prácticas patológicas, le costaron la vida “en un accidente de tránsito,” certificado como tal por la Policía Nacional, al fiscal  de Puerto Plata, Cliford Grand hace más de dos décadas.

Se trató de un aviso y una lección para que no se metieran con los grupos organizados dedicados al reclutamiento de menores.

Algunos de los “clientes” requieren, en razón de su edad avanzada,  ser agarrados de la mano para poder abordar un vehículo, como narra más de un testimonio muy reciente.

De ese comercio carnal que abochorna la decencia dominicana se sabe porque las jovencitas llegan, tímidas y todo, a Santiago, acompañadas de sus “adquirientes” como quien exhibe un bello trofeo recién conquistado.

Ciudadanos de Alemania y de Suiza, principalmente, constituyen la clientela de ese comercio que estuvo durante algún tiempo “inerte”.

Con el auge de Internet, las conquistas sexuales putrefactas se han facilitado enormemente a través de agencias creadas para ese propósito.

Cobran en dólares y en euros para concertar las citas. Hay  jóvenes mayores de edad que se ofertan desde los 18  años en adelante, fotografías, direcciones y otros detalles incluidos involucradas en el comercio que se presenta inofensivamente.

Ahora ha vuelto con nuevos impulsos a invadir los espacios públicos y cuenta con la indiferencia de la Justicia, de las autoridades encargadas y de muchos que ven aquello como otra “curiosidad” más.

Las personas y organizaciones dedicadas a la actividad, que la ley, si fuese aplicada en su contra, pena con cárcel y multa, son conocidas en la costa norte y nordeste por ciudadanos corrientes, lo que hace imposible materialmente que sea desconocida por las autoridades competentes, enteradas de casi todo.

El involucramiento, ahora desembozado, de menores de edad en prostitución forzada, que ha sido denunciada hasta el hartazgo por organismos internacionales competentes, tiene un poderoso componente económico.

Prostitución

La prostitución infantil es una realidad social de ámbito delictual con el desarrollo de actos sexuales entre un menor de 18 años y uno de mayor edad a cambio de bienes materiales, económicos o de cualquier otro beneficio.

La prostitución infantil suele abundar en países más pobres.

El Nacional

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