El carbonero –
Que el Gobierno conceda, grado a grado, sin licitación competitiva, un contrato de potencia y energía (llamado PPA), diciembre de 2013, a la desconocida empresa Pinergy Comercial, para construir una planta de carbón de 600 MW de potencia, es un hecho extremadamente grave para la imagen del Estado dominicano frente a inversionistas privados, así como por los perjuicios a que se expone al erario público y al sistema ecológico del país.
En el artículo séptimo del citado contrato se establece que:
“La central estará ubicada en un parque energético en Punta Catalina, Bani, Provincia Peravia, Republica Dominicana, contiguo a la Central Termoeléctrica Punta Catalina”.
Es decir, que contrario a lo sugerido esta semana por Rubén Bichara, el contrato con la Pinergy se firmó el 27 de diciembre del 2013 y la licitación de las otras dos plantas de carbón de Punta Catalina (720 MW) se adjudicó el 9 de diciembre de ese año al consorcio Odebrecht-Technimont- Estrella.
Más aún, el Presidente Danilo Medina otorgó el Poder Especial No. 39-14 a Rubén Bichara el 28 de marzo del 2014, en el cual señala:
“(…) ratifico el Acuerdo de Potencia registrado con el No. 391/13, el cual fue suscrito a nombre y en representación del Estado Dominicano, por el Vicepresidente Ejecutivo de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), con la Sociedad Pinergy Comercial Group, SRL, el 27 de diciembre de 2013”
En otras palabras, Danilo Medina y Rubén Bichara aprobaron el contrato con Pinergy (600MW) conscientemente después de haber aprobado y concedido otro contrato a Odebrecht por 2,040 millones de dólares para otras dos plantas (equivalente a 720MW) en Punta Catalina.
Además, instalar 1320 MW (720 MW + 600 MW) para quemar carbón mineral en un rincón de Peravia, próximo a las existentes plantas de carbón de Itabo- Haina, y a las de Barahona, sería una agresión insoportable para ecosistema nacional, no solo del sur.
Igualmente, conectar una planta de 600 MW – ella sola – a nuestro pequeño sistema electrico evidenciaría una ignorancia sibilina en materia eléctrica.
Danilo y Bichara: ¡carboneros!
