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Peligrosos indicios…

El conflicto en torno a la aplicación del sistema de escrutinio y conteo electrónico de los votos en las elecciones del próximo 15 de mayo ha devenido en más tenso y aleccionador de lo esperado.

Ni Roberto Rosario, ni el CONEP, ni las personalidades que apoyan el escrutinio electrónico han podido rebatir convincentemente el planteamiento de que la propuesta de la JCE, de aplicarse, violaría flagrantemente la ley electoral, Ley 275-97.

Los argumentos de los que defienden la posición de la JCE es de que “no hay tiempo” y que el “conteo electrónico sería más rápido y transparente (sic)”; y algunos han llegado hasta señalar que ya se ha gastado mucho dinero en esos equipos para finalmente no utilizarlos – ¡Vaya argumento¡-. Según informaciones, el sistema completo habría costado a la JCE unos 32 millones de dólares, un poquito menos que lo que vale la paz social de los dominicanos y la estabilidad política basada en la credibilidad de nuestras instituciones electorales.

El tema de la legalidad del proceso parece algo de poca monta para algunos sectores.

Es una actitud preocupante, un peligroso indicio, puesto que promover el desconocimiento de la ley en materia tan trascendente es abrir las puertas al caos y a la inestabilidad política.

Que algunos desorejados marginales lo promuevan desde cualquier litoral es normal en todas las sociedades, pero que estamentos de los llamados sectores “pensantes” del país lo hagan, eso sí que no se entiende.

Además, las instrucciones para un cambio tan radical del escrutinio de los votos se publican tres semanas antes de su aplicación, el 23 de abril.

La resolución de la JCE abre las puertas al caos al excluir del conteo manual a los miles de aspirantes a las posiciones legislativas y municipales.

Aprobar unas elecciones al margen de la ley, sin preparación técnica y organizacional y, además, para elegir a unos candidatos con un rasero y a los demás con otro, es una peligrosa aventura contra la institucionalidad política nacional.¡Nadie debería pedirle al PRM que acepte eso!

El Nacional

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