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Responsabilidad

 

La razón de ser de la Junta Central Electoral es la organización y regulación de las elecciones. Tiene otras importantes funciones, pero la más trascendente es el certamen electoral.

Por tales razones, si el presidente de la Junta y demás autoridades han trabajado arduamente en el montaje de unas elecciones, y luego estas terminan como un fiasco en organización y transparencia, incluyendo la actuación parcializada o corrupta de numerosos funcionarios en juntas municipales, entonces, esas elecciones son un fracaso, un fracaso imputable a sus organizadores.

Por ejemplo, si en el 24% de los colegios (mesas) electorales no funcionaron los equipos electrónicos de escrutinio y conteo, como confirmara en su discurso el presidente de la JCE, la culpa no fue de la oposición política.

Si más de 4 mil actas electrónicas del nivel presidencial tienen un número de concurrentes o votantes que es muy superior al número de votos emitidos – como aparece en la propia base de datos de la JCE-, eso tampoco es culpa de la oposición política.

Que, según datos de la JCE, en cientos de colegios electorales la votación en el nivel presidencial sea registrada como cero, mientras que en los mismos colegios los candidatos municipales y congresuales aparecen con gran número de sufragios, esa notoria incongruencia, tampoco es culpa de la oposición política, sino de la Junta.

Que centenares de boletines de juntas municipales tengan un porcentaje total de votación mayor del 100%, no es culpa de la oposición.

Que el sistema utilizado haya producido miles de actas con más votos emitidos que el total de electores inscritos en los colegios, y otras con más votos emitidos que personas que concurrieron a votar, no es culpa, tampoco, del conteo manual poco utilizado, ni de la oposición política.

Todo aquel que ha tenido acceso a muestras de actas electrónicas ha constatado esos adefesios, de origen aparentemente organizacional, tecnológico y gerencial.

Ahora bien, las faltas fueron tan graves, elementales, sistemáticas y distribuidas que pocos creen que todo se debió a la improvisación… Los “errores de digitación” – dicen – beneficiaron siempre al mismo partido.

El Nacional

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