Opinión

Detalles: Abusos soberanos

Detalles:  Abusos soberanos

Una vez iniciada la construcción de un proyecto de la envergadura de Punta Catalina es necesario terminarlo a la mayor brevedad, porque su principal enemigo económico es el tiempo.

Cada mes que transcurre implica pago de intereses por cientos o miles de millones de dólares ya consumidos, así como inflación de precio de materiales de construcción y pagos de penalidades por violación de plazos de desembolsos, órdenes de compra y subcontrataciones.

Es difícil anticipar el peso de esos costos extras, pero estudios especializados indican que la construcción de plantas tipo las de Punta Catalina podrían acarrear costos extras por cientos de millones de dólares en caso de retrasos prolongados. En ese contexto, la emisión de bonos soberanos por 600 millones de dólares para terminar la construcción de Punta Catalina es una de las opciones realistas y legítimas que tiene el Gobierno.

Ahora bien, es un deber destacar que endeudar al pueblo dominicano por una suma que podría totalizar cerca de 2,500 millones de dólares al final del proyecto (considerando préstamos locales y externos; específicos y generales para “cuadrar” o “equilibrar” las cuentas fiscales) para la construcción de esas plantas eléctricas quedará como una decisión innecesaria y exagerada.

Innecesaria, porque en abril 2012, como resultado de la Licitación No.CDEEE-01-11, ya había precalificado siete empresas privadas -incluyendo a Odebrecht- para construir con sus propios recursos varias plantas de 260 MW cada una, de gas natural y de carbón, hasta totalizar 1000 megavatios y sin deudas para el Estado. Sin embargo, tan pronto se juramentó en agosto del 2012 Danilo dispuso la anulación de esa licitación y anunció, en mayo del 2013, la de Punta Catalina.

El proyecto de Punta Catalina nunca debió ser como se ha ejecutado, no fue un fruto de la planificación moderna de expansión de generación de mínimos costos, ni de las planificaciones indicativas de la Comisión Nacional de Energía o de la propia CDEEE, sino que vino en las alforjas de la triada ilusionista integrada por Joao, Lula y Odebrecht. Dos mil millones de dólares de deuda innecesaria y exagerada. ¡Soberano abuso!.

El Nacional

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