Opinión

Día del inodoro

Día del inodoro

El trono más famoso del mundo festeja hoy su jornada. Ocasión para llamar a la acción acerca de la importancia de las condiciones higiénicas para cuidar la salud y resaltar la imperiosa necesidad de abandonar la práctica de la defecación al aire libre, especialmente las mujeres y las niñas, quienes por temas de pudor, menstruación o embarazo son particularmente vulnerables.

Si hay algo que compartimos todos los habitantes del planeta es la necesidad de defecar. Sin embargo, dependiendo de dónde vivamos, las heces se gestionan de manera diferente. Según la ONU, 2,400 millones de personas viven sin acceso a los servicios de saneamiento de calidad y de acuerdo con la encuesta Endohogar 2015, un 2.7 porciento de las población en RD -250 mil- defecan al aire libre.

¿Y dónde van las heces? Debido a la falta o mal funcionamiento de sistemas de saneamiento, los excrementos vuelven al medio ambiente sin haber sido tratados y acaban contaminando los ríos y mares, hasta el punto que dejan de ser lugares salubres para la pesca o las actividades recreativas. Diez millones de virus es la cantidad que puede encontrarse en tan solo un gramo de heces humanas.

Ventajosamente, las heces tratadas correctamente, se pueden reutilizar como combustible o fertilizante. La invención del inodoro, que se parece al de hoy, es obra del inglés John Harrington, que instaló el primero de estos artefactos en el palacio de Richmond en 1589.

Uno de cada cinco dominicanos usa letrinas privadas o compartidas, y con ello evitan que a través de las heces se propaguen enfermedades tales como el cólera, amebiasis, hepatitis, y la fiebre tifoidea, entre otras..

Ante el cuestionamiento sobre el uso de los recursos en las elecciones de 1994, Balaguer irrumpió con la singular frase “Peña Gómez se hizo pupú fuera del cajón”. En alusión a la caja de madera con un hoyo, que sirve de poceta a la letrina. Para conmemorar este día, propongo construir una gran letrina en el patio del Congreso, espolear para que se desfonde el piso y ver cómo se van todos por ahí.

El Nacional

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