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Diálogo de paz para Colombia se reanuda con nuevas tensiones en La Habana

Diálogo de paz para Colombia se reanuda con nuevas tensiones en La Habana

LA HABANA, 05 Dic 2012 (AFP) – El gobierno de Colombia y la guerrilla de las FARC retomarán con nuevas tensiones sus conversaciones de paz el miércoles en La Habana, luego de un receso de cinco días en que las autoridades aumentaron la presión sobre los rebeldes con declaraciones y acciones militares.

El jefe del equipo negociador del gobierno, Humberto de la Calle, reclamó a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, comunistas) que aclaren cuál es su posición respecto al secuestro, en una alocución realizada el martes antes de partir a Cuba para retomar las pláticas.

“Las FARC tienen que responder a las víctimas, tienen que clarificar el problema del secuestro”, subrayó De la Calle, exvicepresidente de Colombia, en un mensaje a los medios realizado en el palacio presidencial de Bogotá.

El reclamo llega después de que el pasado fin de semana Sandra Ramírez, viuda del exlíder y fundador de las FARC Manuel Marulanda, afirmara a la prensa cubana que la guerrilla tiene en su poder a militares y policías colombianos, que considera “prisioneros de guerra”.

Las declaraciones de Ramírez fueron desmentidas inmediatamente por el miembro del equipo negociador de las FARC, Rodrigo Granda, quien reiteró que el grupo rebelde ya no tiene ni uniformados ni civiles en su poder.

Por su parte, la delegación de la guerrilla, que encabeza el número dos Iván Márquez, dijo este martes que el gobierno de Juan Manuel Santos ha mostrado “incongruencia política”, al rechazar sumarse al cese del fuego unilateral de dos meses declarado por los rebeldes al comenzar el diálogo, el 19 de noviembre.

“El gobierno da muestras de incongruencia política y su respuesta al gesto de las FARC es bélica”, declaró Andrés París, otro de los negociadores de las FARC, en una entrevista con la agencia cubana Prensa Latina.

París afirmó que las columnas de las FARC han cumplido el alto al fuego, aunque admitió que ha habido “pequeños incidentes sin ninguna importancia”.

Añadió que los delegados del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) “están monitoreando en todo el país (…) la disposición unilateral de las FARC y nos daban la certeza de que estamos cumpliendo”.

París también saludó la disposición del guevarista Ejército de Liberación Nacional (ELN) de sumarse al proceso de paz.

El gobierno y la guerrilla retomarán el miércoles en La Habana la discusión del tema agrario, primer punto de la agenda y el detonante de la rebelión campesina que dio origen a las FARC en 1964.

 Los negociadores de las FARC permanecieron en Cuba durante el receso y se reunieron el domingo con delegados del CIRC, a quienes pidieron ayuda para repatriar los restos de combatientes muertos en Ecuador en 2008, en un ataque en el que pereció el jefe rebelde Raúl Reyes, y para brindar atención médica a los guerrilleros en prisiones colombianas.

Durante la pausa, el gobierno colombiano aumentó la presión sobre las FARC, al fijarles un plazo máximo de un año, hasta noviembre de 2013, para alcanzar un acuerdo de paz y lanzar un ataque militar en el Departamento de Nariño (suroeste), cerca de la frontera con Ecuador, en el que murieron unos veinte guerrilleros el sábado.

Tanto el gobierno como la guerrilla coincidieron en que hubo avances en la primera ronda de pláticas, del 19 al 29 de noviembre.

El propio Santos escribió el lunes en su cuenta de Twitter que este primer encuentro fue “positivo”.

En la primera ronda, las partes acordaron convocar a un foro sobre desarrollo agrario, del 17 al 19 de diciembre en Bogotá y poner en marcha un sitio web (mesadeconversaciones.com.co) para facilitar la difusión de los comunicados conjuntos y otras informaciones provenientes de la mesa y abrir un espacio de participación virtual de la sociedad colombiana en el proceso.

La agenda de las negociaciones incluye otros cuatro puntos: drogas ilícitas, participación política, abandono de las armas y reparación a las víctimas.

El conflicto colombiano, el más antiguo en América Latina, ha causado unos 600.000 muertos, 15.000 desaparecidos y cuatro millones de desplazados, según cifras oficiales. El grupo rebelde cuenta ahora con unos 9.200 combatientes mayoritariamente replegados en zonas rurales del país.

 

El Nacional

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