El Nacional
Con la convocatoria de la Cumbre por la Unidad Nacional para enfrentar la Crisis Mundial, que inició hoy, el Gobierno pretende evitar que el país retroceda en términos económicos, sociales e institucionales y que no se produzca una situación similar a la llamada década pérdida, la de los años 80, afirmó ayer el secretario de Economía, Planificación y Desarrollo.
El ingeniero Temístocles Montás dijo que con el encuentro se pretende obtener un consenso con los sectores participantes, que por lo menos proteja al país en estos años, desde el punto de vistas económico y social.
Aun cuando en la cumbre se discutirán siete bloques de temas fundamentales, el económico tendrá una amplitud enorme, señaló.
El ingeniero Montás hizo el señalamiento al participar como invitado al almuerzo semanal de los medios de comunicación del Grupo Corripio, acompañado del doctor Antonio Isa Conde, asesor industrial del Poder Ejecutivo, y del sociólogo José del Castillo, quienes junto a monseñor Agripino Núñez Collado forman la comisión designada por el presidente de la República para la organización de la cumbre.
Las mesas de trabajo tratarán varios temas, entre estos, economía y competitividad, seguriedad ciudadana, política social y empleo, consolidación institucional, electricidad e hidrocarburos, desarrollo territorial, gestión municipal y medio ambiente y migración y frontera.
Montás explicó que la cumbre tendrá dos etapas, una de las cuales será para medidas de aplicación inmediata y en la segunda etapa, las que se aplicarán en el mediano y largo plazos.
Las de aplicación inmediata podrían implicar incluso cambios en el presupuesto nacional y medidas administrativas a ser aplicadas en lo inmediato.
Para ello, estarán presentes los funcionarios del Gobierno responsables de la aplicación de esas medidas en cada una de las áreas que forman parte de las mesas de discusiones.
Evidentemente que si hablamos de acuerdo y si el Gobierno lo acepta e implica modificar el presupuesto, evidentemente que el presupuesto se reformularía, dijo.
Sin embargo, el ingeniero Montás afirmó que de todos modos, aun sin la cumbre, el presupuesto iba a tener necesidad de ser reformulado, debido a la caída de los ingresos fiscales.
Citó que el presupuesto se formuló teniendo en cuenta un precio del petróleo de 70 dólares, lo que permitiría que los ingresos provenientes de Petrocaribe fuesen de unos 300 millones de dólares esta año.
Sin embargo, la baja de los precios internacionales de los combustibles, dará como resultado que los ingresos por Petrocaribe apenas lleguen a los 100 millones de dólares, por lo que habría que saber de dónde sacaremos los otros 200 millones.
En lo que se refiere a las medidas a mediano y largo plazos, serán plasmadas en un proyecto de ley elaborado por la Secretaría de Economía, Planificación y Desarrollo, para ser sometido al Congreso a más tardar en el mes de junio.
El sociólogo del Castillo en tanto argumentó que el escenario de adversidades que tiene el país requiere que en la cumbre se tomen medidas que sean ejecutables, sustentables y políticamente viables.
Esta es una cumbre no para diagnósticos: esta sociedad tiene una enorme tradición de pactos y el momento difícil y crucial por el que atraviesa la República Dominicana, es para que todos juntos asumamos responsabilidades, dijo.
Mientras que el doctor Isa Conde estimó que la cumbre es una nueva oportunidad para el país que se debe aprovechar.
Estimó que el incumplimiento de acuerdos que se le atribuye al Gobierno, que es una de las razones por las que algunos sectores han decidido no participar en la cumbre, se debe a la falta de institucionalidad.
Opinó que el presidente Leonel Fernández busca que esa situación se supere.
Esta cumbre es una oportunidad, tenemos que poner en ella una cuota de poder que tenemos cada uno para comenzar a construir un país diferente, dijo.
