AEROPUERTO LAS AMERICAS. Las autoridades venezolanas no han devuelto el avión robado hace 27 días en el país y localizado en esa nación sudamericana, porque los organismos investigativos y el Departamento Antidrogas de Estados Unidos (DEA), buscan determinar la realidad del viaje sin plan de vuelo y en fragrante violación al espacio aéreo.
Informes de fuentes de mucha confianza indican que las autoridades venezolanas y la DEA, que ofrece colaboración al gobierno del presidente Hugo Chávez, habían establecido que el avión fue a buscar un cargamento de drogas y que una vez en República Dominicana, el aparato sería aterrizado en un aeródromo localizado en la zona Este del país, que es de muy poco uso.
Se supo que además de las gestiones hechas por el Instituto Dominicano de Aviación Civil (IDAC) para que el avión sea retornado al país, también el Ministerio de Relaciones Exteriores, a través de su embajadora en Caracas, Adonaida Medina, ha estado tratando que dicha aeronave sea entregada a las autoridades nacionales.
El avión Viscrat 200, matrícula N-87l-C, propiedad del Grupo Punta Cana, fue robado el 23 de octubre pasado del aeropuerto de La Isabela, Joaquín Balaguer, y localizado varios días después en una zona boscosa de Venezuela.
Sus dueños han hecho hasta lo imposible por lograr el retorno de la aeronave, que tiene un valor de más de dos millones de dólares.
Las autoridades judiciales, la Policía y los organismos de las Fuerzas Armadas, señalan al teniente del Ejército. piloto John Percival Matos, como la persona responsable directo de la sustracción del aparato, y contra el cual, un tribunal aplicó una medida de coerción que cumple en un recinto penitenciario nacional.
Pero además las autoridades nacionales apresaron a dos pilotos venezolanos, Pedro Gerardo Gutiérrez y Ramón de los Santos Hernández Peguero, señalados como las personas que pilotaron el avión hasta Venezuela y que tanto la DEA como los demás organismos de investigación tienen la versión de que el aparato fue a buscar un cargamento de drogas.
Los informantes revelaron a este medio que precisamente con esa finalidad, así como de evitar ser detectado por las autoridades venezolanas, fue que el aparato lo aterrizaron en una zona boscosa en la frontera entre Colombia y Venezuela y que tan pronto cargaran la mercancía, regresarían a República Dominicana por la parte Este del país.
“Tenemos incluso la información de los organismos que indagan el caso, que los pilotos que fueron a buscar la droga, aterrizarían por un aeródromo ubicado en la parte Este del país y que tiene muy poco uso y cero vigilancia”, dijeron los informantes, que están directamente vinculados al caso del robo de la aeronave privada.
Los informes dan cuenta de que la embajadora dominicana en Caracas mantiene comunicación permanente con los organismos venezolanos que tienen a su cargo el caso, así como con sus superiores inmediatos en República Dominicana a quienes mantiene informado de los pasos que dan las autoridades.
En tanto se supo que los ejecutivos del Grupo Punta Cana, propietarios de la aeronave robada, no sólo precisan por medio de las autoridades nacionales para lograr el retorno de su avión, sino también a través de la compañía reaseguradora del aparato hurtado.
Además del teniente Percival Matos y los dos pilotos venezolanos, también las autoridades mantienen encerrados, en una celda del Cuerpo Especializado de Seguridad Aeroportuaria (CESA) a varios miembros de esa institución, incluyendo dos oficiales subalternos, que se encontraban de servicio en el aeropuerto la noche que se robaron el moderno jet privado, valorado en más de dos millones dólares.
Se dijo que esos militares serán requeridos en cualquier momento, sobre todo porque el procurador fiscal de Santo Domingo, doctor Perfecto Acosta, dijo que el caso no sería cerrado por el momento.
